Para este próximo 2024 las autoridades estatales presumieron un presupuesto histórico, presuntamente, resultado de un gran trabajo de administración y planeación presupuestal; para el próximo año el gobierno estatal espera aumentar sus recursos en un 19 por ciento, lo que significa más de $4 mil millones adicionales respecto a 2023.
Otra de las afirmaciones que algunas de las autoridades han hecho, es que, para este 2024, el Presupuesto de Egresos no contempla deuda, sin embargo, plantea un refinanciamiento de los créditos bancarios de largo plazo, lo que, en otras palabras, es administrar la deuda y “patear el bote” sin solucionar de fondo la situación del estado, que nos coloca en los penosos primeros tres lugares de las entidades más endeudadas en México.
Si bien es innegable que Chihuahua viene arrastrando una situación de endeudamiento, pero tampoco ocultaremos que esto no está siendo atendido por la Gobernadora, quien repite los mismos errores: ya de por sí, los créditos proyectados para este 2023 representaban más de la mitad de lo que Javier Corral había pedido en 5 años, dando muestra de una desproporción muy acelerada.
Eso sí… a pesar de aumentar los cobros por algunos derechos, así como la deuda, el presupuesto se mantiene indiferente a las necesidades de la población: con aumentos descarados en rubros administrativos y reducciones lastimosas en partidas sociales, este presupuesto es ejemplar, pero como un proyecto de lo que no se debe hacer.
Muestra de lo anterior, son los indignantes aumentos a las compensaciones al personal en la mayoría de las dependencias del Ejecutivo, pero sobre todo en algunas cuya función no implica la atención directa a la población: ya se ha dicho, esto reafirma que, si bien no todo es malo, el problema es que solo es bueno para ciertos sectores muy privilegiados de la población.
Otras de las disminuciones alarmantes en el Presupuesto de Egresos, se encuentran en los recursos destinados a la atención de salud, dado que al ICHISAL, si bien se le aumentan los recursos, este porcentaje de aumento es de apenas 1.8%, lo que ni siquiera permite amortizar la inflación anual. Peor suerte corre la Cruz Roja, a la que se le disminuyen en $8 millones de pesos sus recursos, a pesar de la labor que realizan en favor de la población.
A pesar de que el desorden que hay en la casa se trata de esconder de la población, la revisión y adecuaciones al presupuesto debieran ser para la mayoría oficialista, no solo una prioridad sino una obligación cuyo análisis no debiera haberse limitado a una fecha apresurada en el calendario para dar paso a unas fiestas en las que, lamentablemente, la población de Chihuahua sigue sin mucho que festejarle al gobierno del estado, quien olvida que los recursos que recibe cada año no son de la gobernadora, sino de la gente. Nuestra oposición a un presupuesto indiferente, porque como ya se ha dicho en este espacio, primero los pobres.
Benjamín Carrera Chávez
Doctor en Problemas Económicos por Universidad Autónoma Chapingo.
Actualmente Diputado Local por el 5to Distrito de Chihuahua, Profesor-investigador en el Instituto de Ciencias Sociales y Administración de la UACJ y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT, Nivel 1.
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