La afamada revista National Geographic, publica en su ejemplar de Junio 2016 un extenso artículo de la autoría de Sam Quiñones con fotografías de Dominic Bracco II, titulado originalmente “Once the World’s Most Dangerous City, Juárez Returns to Life”, en el que narran como una vez que el sistema de justicia fue corrigiéndose, los niveles de criminalidad descendieron y los ciudadanos “están perdiendo el miedo.”
Una mezcla de fotografías, bien retocadas, contrastan el artículo con crudos eventos de lo que fue y lo que se vive ahora.
La narrativa del autor, con un tinte novelesco y con el sabor pintoresco que a los foráneos les encanta imprimir a México sin ser en realidad la cara de la modernidad en la que se vive; comienza en la colonia San Antonio, a la que categoriza de “un barrio pobre” y “de los peores” en las épocas difíciles de la ciudad.
Ahí, cuenta la narrativa, Inés Montenegro abrió una sencilla arena de lucha libre, con el fin de brindar un espacio para que los niños “jugaran”, situación que habría sido impensable hace 6 años, abunda el artículo aderezándolo con estadísticas de la época que pocos quisiéramos recordar.
Y así expone como es que al menos 11 arenas de lucha libre en las colonias de la periferia, son refugio de cientos de niños.
“Las calles vacías están habitadas de nuevo”, relata Quiñones, y se refiere a la recuperación de parques y la apertura de espacios como el Museo de La Rodadora, sin mencionar su nombre ni más detalles, como espacios abiertos enfocados a los niños afectados por esa guerra imperdonable.
¿Qué paso en Juárez que permitió a Montenegro y otros dejar la cobardía y retomar sus vidas?, pregunta hacia la mitad del artículo para responder, en su opinión, que “México encontró la voluntad política en Juárez, la profesionalización de los cuerpos policiacos y empresarios que se quedaron a pelear por la ciudad.”
Plasma una ciudad a la que llegaron a finales de los 90’s, en sus palabras, “legiones de rancheros y campesinos” a ensamblar electrónicos y partes automotrices para el mercado norteamericano en maquiladoras, a las que llama “duty-free manufacturing”, en castellano, “fabricas libres de impuestos”; y continúa la historia agregando, que muchos inmigrantes, que llegaron pensando en cruzar la frontera, se quedaron aprovechando los beneficios de una economía en expansión que les permitía tener “una casa sólida, un carro usado y un trabajo estable”.
Hace extenso uso de los recuerdos periodísticos ya consabidos por todos, pero evoluciona hasta mostrar los avances que la sociedad en colectivo ha logrado; muchos de ellos apenas perceptibles para quienes aquí vivimos, aún cuando disfrutamos sus beneficios.
Entre las acciones documentadas por el autor, muestra los esfuerzos de la Mesa de Seguridad, la limpieza en las corporaciones policiacas, los centros de detención, el sistema de justicia oral, la modernización forense, clave para la detención y esclarecimiento de tantos casos.
Hace un recuento estadístico-histórico de los hechos y su impacto en el Juárez que hoy vivimos y asevera que hace falta por hacer, haciendo lista de ello.
La historia nos condena a que la industria mediática, nos recuerde una buena dosis de nota roja para vender sus publicaciones, que como esta, la utiliza justificándose para mostrar el avance en desarrollo económico, de seguridad y las condiciones sociales que hoy gozamos.
No me juzgue querido lector, no detento contra el artículo, ni contra el autor; bueno si, pero solo en parte. Permítame explicarle.
El artículo se queda aun corto mostrando solo las condiciones de una parte de la ciudad, y deja de lado el exponer gráficamente otras escenas mas visualmente atractivas de la ciudad y que también son Juárez. De hecho, las omitidas son el Juárez que los visitantes ven y que nos gustaría que la prensa internacional, como National Geographic, le tomará mas aprecio; por ejemplo, Galería Injecto que exhibe 10 toneladas de partes originales del Concord, eso no se ve en todos lados, por lo menos no en el continente americano; o el museo infantil de La Rodadora, por citar solo un par.
O que tal si hablamos de la gran cantidad de organizaciones civiles que hacen verdaderos milagros en beneficio de la sociedad, profesionales apasionados por servir y que han hecho un verdadero cambio como Fundación Integra, Cancer Survivor o el albergue Los Ojos de Dios, que dicho sea de paso ha sido pionero en el modelo de albergues auto-sustentables, entre cientos de organizaciones más. ¡Hagámosles justicia y difundamos más de ellos, de todos ellos, y que lleguen los recursos que tanto necesitan!
Podemos hablar de la industria maquiladora y de su gente trabajadora, altamente capacitada, pero no nos quedemos a ver la problemática social, esa ya la conocemos, mejor lo invito no solo a ver, a observar a su maravillosa gente engrane principal de productos electrónicos, de la salud y automotriz a nivel mundial; o del creciente desarrollo económico de la pequeña y mediana industria.
Hablemos de gastronomía, que la tenemos excelente; o hablemos de las organizaciones que buscan restablecer el amor por una ciudad, altamente dañada no solo por la violencia, o mejor dicho, por las violaciones de que fue objeto, sino por la propaganda negativa difundida como efecto colateral a nivel mundial y que nubló la percepción foránea del perfil y fisonomía de todos los que aquí vivimos.
¿Sabe lo que pensamos o sentimos cada vez que nos preguntan por tal o cual episodio violento cuando estamos de viaje, o cuánto nos incomoda que nos etiqueten por una reputación que no pedimos para nuestra querida ciudad?
Entrañable es el trabajo de ❤jrz por establecer una marca ciudad y de todas las demás iniciativas que salen casi a diario en todos los rincones de la ciudad, síntoma inequívoco de una población que busca cambiar la forma en que va trascender en la historia de la humanidad.
Cambiemos el estereotipo que se ha hecho de Juárez y sus habitantes; sé que me entiende perfectamente, basta ver Batman vs Superman; ridícula escena, no por la escena, que es válida como contexto de la historieta; sino por la caracterización que hacen de los habitantes de esta ciudad. Y no paremos ahí, haga la prueba, busque “mexicano” en Google y dese una vuelta por las fotos que muestra; raya en lo ridículo y absurdo.
Usted Sr. Quiñones, nos ha visitado en varias ocaciones, por lo que pude leer, ¿De verdad las fotos que publica retratan Ciudad Juárez?, ¿Retratan las comodidades que tuvo en su habitación de hotel? ¿Retratan la imagen de la ciudad en general? Usted sabe que no.
Aprovecho para agradecerle, sin embargo, Sr. Quiñones, la nota sobre nuestra ciudad en un medio tan importante como lo es National Geographic, esperando que en una segunda entrega pueda mostrar al mundo, ya sin el preámbulo rojo, la modernidad y grandeza intrínseca de nuestra tierra y su gente.
Juárez es una tierra generosa; cuna de unos, nodriza de otros, pero hogar de todos.
Video: Intelia Films. English Version
David Gamboa
Mercadólogo por la UVM. Profesional del Marketing Digital y apasionado de las letras. Galardonado con la prestigiosa Columna de Plata de la APCJ por Columna en 2023. Es Editor General de ADN A Diario Network.