Si bien es cierto que la Suprema Corte de Justicia de la Nación cambió significativamente a partir de la reforma judicial de 1994, también lo es que el drástico cambio que hubo al interior de la misma fue muy cuestionado por haber sido contrario a la Constitución y por haber tenido rasgos anómalos como fue la rapidez de su aprobación, incluso, fue tildado como un “golpe de Estado”,
Así lo expresaba en aquellos años El Cotidiano de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco ISSN 0186-1840.
Y en efecto, Ernesto Zedillo se encontró con un poder judicial totalmente adverso y muy comprometido con su antecesor, Carlos Salinas de Gortari que tuvo que dar manotazo en la mesa con el poder judicial, corrían los finales del año turbulento de 1994.
“El Supremo poder de la federación se divide para su ejercicio en legislativo, ejecutivo y judicial. Nunca podrán reunirse dos ó más de estos poderes en una persona ó corporación, ni depositarse el legislativo en un individuo” artículo 50 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
De facto Carlos Salinas de Gortari asumió los tres poderes de la unión, el ejecutivo, el legislativo y el judicial y al llegar Ernesto Zedillo al poder, peleado con Salinas, se encontró con que no podía controlar al poder judicial, controlaba por default, por su investidura presidencial y líder absoluto del PRI, el poder legislativo pero el poder judicial estaba totalmente fuera de su control que le evitaría poder lograr sus objetivos de poder, el tiempo era corto (6 años) como para perderlo en pequeñeces como la Constitución.
Con la Reforma al poder judicial de 1994 Ernesto Zedillo asume el control absoluto, en el equilibrio de poderes, del poder Judicial barriendo al Salinismo e instalando en la SCJN a un grupo de Ministros equilibrados en compromisos, y afines, en negociaciones con el PAN quien por primera vez asume participación en la SCJN, siendo que la SCJN predominó el corte Zedillista de los Ministros durante todo el sexenio, en consecuencia el gobierno Zedillista transitó por aguas tranquilas al tener el control absoluto de los TRES PODERES DE LA UNIÓN.
Así entonces se sembraron las bases para que los posteriores gobiernos pudieran imponer sus ministros de la corte, salvaguardando durante quince años a los designados por Zedillo (el inicio), con el caminar del tiempo se fueron mezclando conforme el colorido del gobierno en turno, así fue durante el sexenio de Vicente Fox, de Felipe Calderón, de Enrique Peña Nieto, incluso con el presidente López Obrador que instaló Ministros supuestamente afines y que al final no lo fueron, el presidente buscó equilibrio en los perfiles propuestos desoyendo a sus correligionarios que le indicaba que así no eran las cosas, pagó el presidente su error, la SCJN es controlada hoy por la derecha neoliberal.
Por eso es el afán de la derecha de aniquilar a la Ministra Yasmín Esquivel Mossa porque asumen que pudieran tener en su totalidad el control del máximo tribunal de justicia del país, la SCJN.
El Poder Judicial federal por medio de la Suprema Corte de Justicia debe ser, sin subordinación alguna, el garante de los derechos de los gobernados, árbitro eficaz al resolver las controversias que se susciten entre los diversos órganos del estado e intérpretes sabios y honorables de las normas constitucionales, hoy son una mezcla de defensores de los intereses de quienes los instalaron en la SCJN, perdiendo con ello el verdadero espíritu constitucional de la separación y equilibrio de poderes principalmente los representantes de la derecha en el máximo tribunal que desoyen todo lo que no convenga a sus intereses y ajustan las interpretaciones a la Constitución y las leyes a la forma más adecuada al maquillaje legaloide para justificar sus decisiones (Lawfare).
El presidente López Obrador tiene pendiente la Reforma al Poder Judicial, es algo que prometió a los mexicanos y, aunque sabemos que no tiene la mayoría calificada para hacerlo, bien podría ser presentada y darle curso, que quede el antecedente para el próximo gobierno que si deberá tener las mayorías calificadas en el Congreso para lograr las bases legales para la transformación del país que anhelamos los mexicanos, si no se logra la mayoría calificada en el Congreso seguiremos en espera del cambio prometido con la transformación del país.
En aquel entonces el cuarto poder (los medios de comunicación), las plumas vendidas, los colegios y asociaciones civiles y profesionales, el Congreso de la Unión, los empresarios mezquinos y vividores del presupuesto federal estaban sumisos al presidencialismo del PRI y al presidente en turno por lo que hacer la reforma al poder judicial no le representó mayor problema al presidente Zedillo, muy a pesar de que fue una reforma totalmente anticonstitucional, posteriormente vinieron los arreglos y el maquillaje hasta nuestros días… y nadie chistó siquiera ante tremendo asalto al poder judicial, muchos que hoy chillan por todo , y ejercían su actividad profesional en esos tiempos, actúan en la actualidad con toda libertad e hipocresía, pecan de amnésicos.
Hoy han tenido la total libertad de poder intentar detener el avance de la 4T a través del poder judicial sin que nadie los amedrente, sancione, encarcele, denigre y destruya su reputación y dignidad.- Hoy solamente se les señala sus mentiras y éstas se argumentan y se exhiben pero sobre hechos, dichos y actos realizados por los opositores y hasta ahí.
El presidente López Obrador para poder llevar a cabo la añorada Reforma al Poder Judicial primero tiene que romper el CONTRATO que tienen los legisladores con sus liderazgos para mantener una unidad contractual, tendría que hacer lo que se tenga por hacer, y como se deba hacer, en las individualidades opositoras en el Congreso y con ello lograr una mayoría calificada que le permita, a través de la Reforma al Poder Judicial, tumbar todo lo podrido y reconstruir su conformación con ministros, magistrados y jueces por el bien del país.
Solo el simple hecho de que los opositores se rasgan las vestiduras y la piel por evitar la transformación del Poder Judicial y del Instituto Nacional Electoral nos es más que claro indicativo contundente de que no quieren perder el control de ellos, que hoy tienen, por la simple razón de las elecciones 23-24 ya que con esos dos ámbitos de poder pueden cambiar el acontecer democrático del país (Lawfare), obviamente no les será fácil pero lo van a intentar con todo sin medir consecuencias de nada.
Ya basta de ser tolerantes y condescendientes con los opositores, llaman al Presidente López Obrador DICTADOR pues es hora ya de que realmente se aplique como tal con los opositores neoliberales, el pueblo (su pueblo) se lo está ya demandando porque de lo contrario la transformación del país seguirá retrasándose.
Desde Ernesto Zedillo hasta la fecha han pasado 24 años y el Poder Judicial sencillamente se vició para defender los intereses del Poder del Dinero, se hicieron muy ricos los Ministros, los Magistrados y los Jueces además de auto regularse grandes beneficios fuera de orden, el país en materia de seguridad no avanzó ni un ápice, menos en bajar la corrupción ni por menos la impunidad por haberse creado un Poder Corrupto impune y mercantilista, recordemos que el El 14 de julio de 1994, Zedillo propuso diez puntos de acción en materia de justicia, durante la clausura del “Foro Nacional Seguridad y Justicia” celebrado en Guadalajara, y estos fueron:
- Profesionalización, dignificación y moralización de los cuerpos de seguridad pública;
- Mejoramiento de la administración de los cuerpos de seguridad pública;
- Eficiente coordinación policial;
- Una gran campaña de prevención del delito;
- Lucha firme y permanente contra el narcotráfico y los secuestros;
- Modernización del Ministerio Público;
- Reforma integral del Poder Judicial;
- Independencia de los jueces y calidad en la impartición de justicia;
- Garantizar el acceso de la justicia para todos, y
- Mecanismos efectivos para el control de los actos de autoridad
Dígame usted estimado lector que se llevó a cabo, y con qué resultados, durante estos 24 años de gobiernos PRI y PAN que nos indique que el aparato de impartición de justicia y seguridad logró avances sustanciales para mejorar y garantizar la calidad de la impartición de justicia en el país.
Pasó Zedillo (PRI), pasó Fox (PAN), pasó Calderón (PAN), pasó Peña Nieto (PRI) y hoy está el presidente López Obrador (Morena) con la diferencia que López Obrador está buscando cumplirles a los mexicanos la promesa de la TRANSFORMACIÓN del Poder Judicial y es precisamente los que resultarían afectados los que se lo impiden porque la afectación va directo a sus intereses, negocios y bolsillos y esos precisamente son ministros y magistrados.
Se necesita un manotazo contundente para con el Poder Judicial por demás urgente y con puño de hierro, con voluntad inquebrantable y sin que le tiemble la mano al presidente, de lo contrario el país se estará en el ánimo popular de lograr la TRANSFORMACIÓN prometida.
Los hoy opositores neoliberales tienen su historia anticonstitucional, de traición a la patria, de corrupción, de complicidades, de impunidades que solo basta escarbarles tantito para refrescarles la memoria.
Los opositores neoliberales no se detendrán para nada para lograr sus objetivos de alcanzar a como dé lugar el poder, el presidente tampoco deberá detenerse ante nada también.
Raúl Sabido
Egresado de la Facultad de Comercio y Administración por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su desarrollo profesional ha sido en empresas privadas en posiciones directivas donde a logrado acumular 42 años de servicio.
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