TORRE SABATINA
Negocios y poder, lealtad a prueba
Negocios y poder, lealtad a prueba
La relación de harto compadrazgo, hasta cortarse las venas, en la ‘cofradía’ que conformaron alguna vez, el exalcalde Armando Cabada Alvídrez, el finado político priísta, Víctor Valencia de los Santos y el entonces ‘poderoso’ empresario de medios, radiofónico y televisivo, Francisco Ibarra Molina -cuyas empresas de la familia crecieron y se fueron hasta el ‘cielo’ con los contratos de obras otorgados por el exgobernador de Chihuahua, Patricio Martínez García (Riberas del Bravo) y posteriormente el exalcalde Héctor ‘Teto’ Murguía, con ‘Camino Real’, la obra cumbre de su gobierno, le ha permitido sobrevivir a Paco (Ibarra).
Al margen de merecimiento alguno y de cuestionamientos sobre su capacidad para ejercer en la función pública, sobrevive el embate de la crisis en la nómina y en el presupuesto público, gracias a la aportación y los impuestos que pagan miles de juarenses.
Patricio y Teto, cada cual en su momentum político, en tiempos y épocas distintas, desde el poder, le dieron a la familia Ibarra a ganar muchos millones de pesos. A manos llenas. Hasta saciarse, y decir basta…
Esa relación con los hombres del poder político, le permitieron a Paco Ibarra -un hombre poco brillante, que ha tenido empero, la suerte de tejer estratégicas relaciones en esa tríada de intereses político-empresariales-, llegar a increíbles e insoñables posiciones.
Fue así, como literalmente de la nada, y ni siquiera ser un hombre con mediana inteligencia, jamás equiparable a su hermano, Lalo Ibarra, Paco saltó de un mediocre programa deportivo de la televisión, para convertirse en gerente general de Televisa-Juárez, y posteriormente también en propietario-socio y director general de la empresa radiofónica que perteneció mucho tiempo al empresario Ángel Beltrán: FM Globo 98.3, que se convirtió en RadioNET 1490.
Luego vendrían el negocio y los escándalos del futbol profesional en la primera división con el equipo de Indios de Juárez, hasta que lo rescató, como quien salva a un verdadero amigo, el entonces ganador de la elección de 2016, Armando Cabada, que lo incluyó en su proyecto de gobierno independiente en la dirección del Deporte.
Como empresario privado Paco Ibarra, siempre estuvo sustentado por la visión y apoyo de su hermano Eduardo Ibarra, considerado el verdadero ‘cerebro’ de la Constructora YVASA y de toda la familia del empresario Francisco Ibarra Domínguez, aquél hombre que se asoció alguna vez con Cedillos, y que tenían en el expriísta Sergio Vázquez Olivas, un pivote para los negocios con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y, posteriormente mucho más, cuando el finado político fue parte de la crema y nata del PRI que lo hizo Diputado Federal, Regidor, y quien sabe cuántas veces funcionario de gobierno.
Hoy su relación con su compadre Armando Cabada colocó a Paco como titular de la Operadora Municipal de Estacionamientos de Juárez (OMEJ) en el gobierno municipal de Cruz Pérez Cuéllar, y confirmó lo que los periodistas siempre hemos afirmado:
Que muchos empresarios de Ciudad Juárez, por no decir de plano que todos, no tienen colores partidistas, ni siglas, ni compromisos verdaderos con la sociedad, sino simplemente los vastos intereses por el dinero, en esa ruta que los pone siempre de la mano con quienes gobiernan y ejercen el poder político y económico.
Debo decirle carísimo lector de Torre Fuerte, que, si me sorprendió que Paco Ibarra haya sido llamado a la dirección general de la OMEJ, donde encabeza junto con el alcalde Cruz Pérez Cuéllar la integración del Consejo Directivo de la Operadora Municipal de Estacionamientos de Juárez, donde también participan y forman parte Hugo Gerardo Venzor, presidente del Consejo de Planeación Municipal y Juan Pedro Plascencia Chávez, representante del Comité Organizador de la Feria Exposición de Ciudad Juárez.
Paco Ibarra es ‘herencia’ del gobierno del expresidente Armando Cabada. Pero ya vendrá el día en que el hijo de Ibarra Domínguez tenga que decidir su ‘lealtad’ entre el ahora diputado federal que lo ha metido a la nomina del gobierno, o su nuevo patrón, el senador con licencia y alcalde de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar.
Y pensar que Paco Ibarra se preciaba ser muy amigo y ‘cuate’ del ‘Bronco’ de Nuevo León, el exgobernador independiente, Jaime Rodríguez Calderón.
Pero la tierra llama. Paco es raza, y sobrevive y tiene chamba gracias a sus compadres Armando Cabada y Víctor Valencia.
Víctor ya no pudo llevarlo a un nuevo estadío.
Lo hubiera llevado como presidente municipal de Juárez -la aspiración que siempre tuvo en vida el finado político-, a verdaderos niveles de poder en el gobierno. Pero el ‘hubiera’ no existe.
Mario Héctor Silva
Periodista y Analista Político.
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