El cáncer de mama sigue siendo una de las principales causas de muerte en mujeres a nivel mundial, y Ciudad Juárez no es la excepción. En un contexto global y nacional donde las cifras de cáncer de mama no dejan de crecer, nuestra ciudad enfrenta retos particulares.
Ciudad Juárez ocupa el primer lugar en el estado de Chihuahua en cuanto a defunciones por cáncer de mama, con una tasa de 24 defunciones por cada 100,000 mujeres, situándose por encima del promedio nacional. En 2024, la ciudad ya ha registrado 69 muertes relacionadas con esta enfermedad, lo que destaca la necesidad urgente de reforzar las campañas de prevención y detección.
La ciudad sigue enfrentando dificultades en términos de infraestructura médica adecuada, acceso a mastografías y programas de diagnóstico temprano. A eso le sumamos que el IMSS a incumplido con el inicio del funcionamiento del nuevo hospital regional número 2.
Hasta hace algunos días solo estaba contratado el 18% de la plantilla de trabajadores, menos de 50 especialistas de los 513 prometidos. Y en teoría el nosocomio deberá tener 2 mil 742 trabajadores. Y sin servicio médicos adecuados, el panorama se complica aun más enfrentando limitaciones severas en nuestra infraestructura de salud. Los servicios especializados en oncología son insuficientes para la población.
Uno de los mayores desafíos es luchar contra los mitos en torno al cáncer de mama, muchas personas, creen que el diagnóstico es una sentencia de muerte y ese pensamiento disuade a muchas mujeres de someterse a estudios preventivos.
Juárez necesita no solo continuar con sus campañas de concientización, sino también expandir sus programas de salud pública. Es fundamental que el gobierno, en colaboración con organizaciones civiles, incremente el acceso a mastografías gratuitas y promueva una cultura de revisión médica anual. Además, es necesario invertir en la capacitación de personal médico especializado en oncología.
El cáncer de mama es una batalla que Ciudad Juárez no puede librar sola. Se necesita la colaboración de todos los sectores: gobierno, organizaciones civiles, el sector privado y la sociedad en general. Octubre, el Mes de la Concientización sobre el Cáncer de Mama, es un recordatorio de que la detección temprana es clave para salvar vidas, y que el acceso a una atención médica de calidad debe ser un derecho para todas las mujeres, sin importar su situación económica o social.
Cada octubre, el rosa invade nuestras calles como un recordatorio poderoso: el cáncer de mama existe. Hoy, más que nunca, necesitamos que todas las mujeres comprendan la importancia de realizarse estudios médicos regularmente. La detección temprana no es un temor, es una oportunidad. Es una puerta que abre la posibilidad de seguir adelante, de abrazar la vida con fuerza.
El cáncer de mama no discrimina. Puede afectar a cualquier mujer, y es por eso que el autoexamen mensual y las mastografías son tus mejores aliados. Estos estudios no están ahí para asustarte; están para cuidarte, para darte la ventaja de descubrir cualquier irregularidad cuando aún es tratable.
Pero, en esta lucha, no estás sola. No solo se trata de un “problema de mujeres”. Cada uno de nosotros, hombres y mujeres, somos parte de este esfuerzo. Los hombres también están aquí, hombro a hombro, no solo para apoyar emocionalmente, sino para recordar a las mujeres que aman que su salud es una prioridad. Padres, esposos, hermanos, hijos: cada uno de ellos puede ser un recordatorio vivo de que el cuidado comienza con la detección temprana.
Por cada diagnóstico que llega, hay esperanza. Hoy en día, los tratamientos son cada vez más efectivos, y más mujeres vencen al cáncer de mama porque lo detectaron a tiempo. La clave es perder el miedo, porque ese pequeño momento de incertidumbre que puede traer una revisión es infinitamente mejor que enfrentar un diagnóstico avanzado.
No esperes a que los síntomas te encuentren. Toma las riendas de tu vida, hazte ese estudio pendiente y recuerda que el cáncer de mama no es una batalla perdida. Al contrario, puede ser un capítulo de valentía, donde salgas más fuerte que nunca. Tienes un ejército de personas a tu lado que creen en ti, que te aman y te apoyan. ¡Juntas y juntos, podemos vencer!
César Calandrelly
Comunicólogo / Analista Político