Una forma necesaria para mejorar resultados de gobierno en cualquiera de sus niveles (Federal, Estatal o Municipal), es la participación ciudadana.
En la medida en que esta se da de manera ordenada y organizada, se vuelve un mecanismo efectivo y práctico.
La participación se da mediante organizaciones sociales, organizaciones vecinales e incluso de manera individual.
Existen Consejos ciudadanos en algunos aspectos de la administración pública, sobre todo a nivel municipal y en menor medida en el estatal y por último el federal.
Esto se da en materia de salud, seguridad, educación normalmente donde por Ley o Reglamento se incluye a dirigentes de organizaciones civiles específicas para formar parte de estos consejos como pueden ser los presidentes de cámaras empresariales o dirigentes de uniones o asociaciones relacionadas con el tema que se trate en el Consejo.
Se les toma en cuenta para reuniones y toma de decisiones donde se pone a votación propuestas de la dependencia que corresponda, muchas veces teniendo la información 24 o 48 horas previas a las reuniones, de acuerdo a la misma reglamentación, y pocas veces se dan debates y discusión suficiente sobre los temas, y en ningún caso se hacen públicas las sesiones de estos Consejos.
Esto no significa que no se pueda tener acceso a la información por parte de los representantes y participantes de estos Consejos, sin embargo, en la práctica se da normalmente de esa manera.
No es raro saber o darnos cuenta de que dichos representantes votaron algún tema del cual no tenían suficiente información o bien, que teniéndola, no fue suficientemente discutida o incluso analizada por los participantes.
Esto no es exclusivo de la participación ciudadana, se da también de parte de los funcionarios que de diferentes dependencias participan dentro de estos órganos de decisión que incluso es regularmente, el máximo órgano en la dependencia.
Casos de lo anterior puede ser el proyecto de reconversión de alumbrado público en diferentes municipios del país, donde la decisión se ha avalado por esta participación ciudadana y de acuerdo a entrevistas o declaraciones previas o posteriores, se puede identificar que no se terminó de analizar el tema en particular, por poner un ejemplo.
Participación Ciudadana y Redes Sociales
Como lo mencionamos, también la participación se puede dar de manera independiente, de manera individual.
Normalmente en estos casos lo que se da es denuncia de situaciones que se presenten al ciudadano en su entorno, o incluso denuncias y comentarios respecto a temas que le sean de interés, tránsito, uso de bicicleta, transporte público, deportes, entre otras.
Se tienen los mecanismos de participación en Leyes de Participación Ciudadana o en la Ley de Procedimiento Administrativo para solicitar o realizar alguna petición.
Naturalmente en ambos casos, ya sea por formalidad legal o por requisitos, deja de ser tan sencillo el poder participar, denunciar o proponer.
La participación la vemos activamente en redes sociales, donde se da a conocer a la Autoridad, situaciones que se presenten en colonias, propuestas de mejora en algunos casos. Sin embargo, en esta vía que es la más utilizada, no está regulada ni se tiene la obligación por parte de la Autoridad de dar respuesta al ciudadano, si bien, por un lado, el Poder Judicial ya ha determinado que una cuenta utilizada por funcionario público o cuenta oficial no pueden bloquear a ciudadanos, no se ha actualizado la legislación para hacer de este un mecanismo ideal de participación ciudadana responsable y propositivo.
Carlos Monroy
Doctor en Materia Fiscal. Consultor en Comercio Exterior y Gerente de Consultoría en Palco Consorcio de Comercio Internacional.
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