En la vida, hay cosas que se aferran al destino o un destino aferrado a invadir nuestra vida. Cuando cumplí 15 años, empecé a trabajar. El primer día llegué con mi uniforme de bachiller a la escuela de la que me había graduado de secundaria; fue la Escuela Secundaria Técnica 64, mi primera familia laboral. Desde entonces, educar a los adolescentes ha significado una gran oportunidad de crecimiento personal.
He ejercido muchas funciones profesionales, pero, a donde quiera que vaya, la maestra que vive en mí sale a relucir. Amo y valoro educar y no me imagino un proyecto social sin este ingrediente. No me interesa un negocio sin un sentido de transformación social; y, por supuesto, no concibo una propuesta política sin este elemento. Educar lo es todo.
El día de hoy, como ya hace algunos años después de la creación en 2018 de la Ley de Participación Ciudadana del Estado de Chihuahua, se vivió el ejercicio de uno de los instrumentos de participación social que se describen en ella. Hoy, los juarenses votamos por más de 400 proyectos inscritos en el Presupuesto Participativo del Municipio de Juárez del 2024, y fue maravilloso ver a las niñas, niños, jóvenes y adultos de todas las edades y condición social acudir a apoyar algún proyecto. La jornada de votación podría superar los 94,500 votantes, en datos del Secretario del Ayuntamiento, Héctor Ortiz Orpinel. “El Municipio de Juárez está contento”, dijo, pero para quienes amamos educar, vibramos de gusto.
Podemos decir que en Juárez se han cumplido los principios marcados por la ley para el desarrollo del instrumento, que se ha contado con la promoción necesaria, que hay participación efectiva, que se ha logrado la progresividad, que existe un uso máximo de los recursos y que la vigilancia está presente. Pero lo más importante es que se ha logrado la confianza ciudadana en el proceso y que las niñas, niños y adolescentes sean parte activa de él.
Lo que los maestros y padres de familia les podamos decir a estos menores sobre la participación ciudadana ha quedado sin sentido, pues se les ha dado la oportunidad de ser partícipes en la búsqueda de una mejora para su escuela o su comunidad. El hecho de acudir y emitir su voto es una enseñanza invaluable para su formación que perdurará toda la vida.
El ejercicio no solo representó un triunfo de participación ciudadana, es un aliciente que nos da herramientas para impulsar a nuestras futuras generaciones en la conciencia de que es posible una sociedad más equitativa, justa y transparente. Un indicador que nos debe comprometer a responder con la aplicación de los demás instrumentos de participación en los que, como en este caso, la ciudadanía recupere la confianza perdida en las autoridades. Los juarenses salieron a votar por sus proyectos porque confían y la confianza es el principio del progreso de todos los pueblos.
Haber sido testigo de cómo las personas hacíamos una o dos horas de fila para emitir nuestro voto a un proyecto educativo o social de beneficio común, habla del gran espíritu esperanzador que habita en los juarenses. Un espíritu que ha despertado principalmente en los más jóvenes, que ha sacudido a quienes estamos obligados a educar a través del ejemplo, que compromete a las instituciones electorales; un espíritu ciudadano que espera y confía en las autoridades municipales y en su firme determinación de corresponder la participación ciudadana con la transformación y los cambios que todos queremos.
Celebro este día por todo ello y me emociona saber cómo mañana mis alumnos podrán compartirme su experiencia, sus esperanzas y anhelos sociales, y entonces podré decirles: “Yo creo en una mejor sociedad, yo creo en ustedes, no dejen nunca de luchar por sus proyectos y sueños”.
Rocío Saenz
Lic. En Comercio Exterior. Lic. En Educación con especialidad en Historia. Docente Educación Básica Media y Media Superior, Fundadora de Renace Mujer A.C. Directora de Renace Mujer Lencería, Consultora socio política de Mujeres.