En días recientes uno de los temas más polémicos ha sido la situación e importancia del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) y su medición de la pobreza. Y es este organismo quien el pasado lunes 5 de agosto publicó los resultados de la medición 2018. De la pobreza en nuestro país y cada una de sus entidades federativas.
La medición de la pobreza se basa en la evaluación del ingreso así como la existencia de carencias sociales en la población, dichas carencias son: educación, alimentación, acceso a salud, seguridad social, vivienda y servicios en la misma.
Para 2018, el CONEVAL registra que el 48,8% de la población tienen un ingreso inferior a la línea de bienestar, es decir, su ingreso es insuficiente para adquirir la canasta básica (alimentos, educación, vestido, salud), en 2008 el porcentaje de mexicanos en esta situación era del 49%, evidentemente una reducción insignificante después de 10 años. Además, el 16.8% (más de 21 millones de mexicanos) no tiene un ingreso suficiente ni siquiera para adquirir la canasta básica alimentaria, en 2008 el porcentaje era el mismo.
Aún y cuando de 2008 a 2018 el porcentaje de mexicanos en pobreza se redujo pasando del 44.4 al 41.9%, el número de personas pobres en el país aumentó, pasando de 49.5 a 52.4 millones. En México el número de pobres crece y los vulnerables a serlo también.
Para el caso de Chihuahua, la historia es un distinta, de 2008 a 2018 el porcentaje de población en situación de pobreza disminuyó del 32.1 al 26.3%, en el Estado hay 99 mil pobres menos que hace 10 años.
A diferencia de otros estados de la república en Chihuahua tanto el porcentaje como el número de pobres se reduce, sin embargo, en la entidad hay casi 100 mil personas que viven sin acceso a recursos básicos como seguridad social, alimentación y salud.
En Chihuahua el 42% de la población no tiene seguridad social, 17% no puede acceder a alimentación y 15% no logra acceder a la educación. Además, apenas el 31% es no pobre y no vulnerable, es decir, ni se encuentra en pobreza ni tienen un ingreso tan bajo como para estar en riesgo de serlo.
A 10 años de la medición de la pobreza y de la implementación de políticas y programas sociales para combatirla, los avances no parecen ser ni suficientes ni altamente representativos. La población mexicana no requiere asistencialismos, sino políticas educativas y laborales efectivas que les garanticen un mejor futuro.
Nancy Carbajal
Lic en Economía de la UACJ y Candidata al Grado de Maestra en Ingeniería Económica por la Universidad la Salle. Columna semanal sobre temas de economía, finanzas, política y sociedad.
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