Es frecuente, y quizá hasta esperado, que no estemos de acuerdo, por un motivo u otro, en el rumbo en que se lleva el país.
Eso sucede con cualquier mandatario en el mundo y y en nuestro país en cualquier sexenio pasado.
Lo que no habíamos visto es el nivel de polarización que vivimos.
Hoy, de facto, estás a favor o en contra de cualquiera de los bandos, no hay medias tintas en la alocución de la caterva supra ideológica de cualquiera de los extremos, aunque en realidad existan posturas ciudadanas analíticas capaces de cribar lo mejor de ambos pensamientos.
Mientras tanto, es un hecho innegable que el presidente tiene las riendas de la narrativa nacional, el pone y el quita, pero más allá de eso, en el análisis alejado de los extremos doctrinales, el presidente mantiene a ambos polos ocupados, ganando tiempo para la implantación de la 4T, en tanto, la oposición se centra en responder los embates qué etiqueta de ocurrencias del presidente de la nación.
Es cierto, si asevero, que la pandemia se llevó mucho tiempo valioso para la 4T, el proyecto va desfasado en el tiempo, no hay que ser adivino.
Así veremos, temas polémicos uno tras otro, acabamos de pasar la Reforma Eléctrica, la Ley Minera y ahora entramos de lleno a la disputa, que no negociación, de la Reforma a la Ley Electoral.
No habría porque que decirlo, Usted lo ve amable lector, la oposición oponiéndose a todas las balas por sistema y eso, justamente eso, es lo que quiere el presidente, caen en la trampa una y otra vez.
Parece increíble qué instituciones políticas con un summum de experiencias, cómo lo es Va por México, no hayan atinado a comprender aún que el presidente no espera la aprobación de todas estas leyes, no. Busca exhibir la narrativa opositora. Desnudarla desde su perspectiva y dejarla así a la vista de todos.
Hace unos días, en rueda de prensa, Alejandro Domínguez, el líder estatal del PRI, nos compartía numeralia presuntamente oficial que forma parte de la campaña nacional qué lleva el PRI contra el movimiento del presidente.
Números atroces por sí mismos que dibujan una realidad nacional alarmante, sin embargo, le pregunté, sí todos esos números son ciertos ¿Cómo explicamos que para las elecciones que se avecinan en unas semanas, 4 de 6 gubernaturas están ya decantadas para Morena?
Solo se salvan dos. Aguascalientes y Durango, este último cada vez cerrándose más.
Le pregunté también, aparte de la intención de frenar a Morena traído desde las elecciones pasadas, qué proyecto de nación ofrece al electorado.
La respuesta fue simple: “aún se encuentra en construcción”.
La oposición se ha equivocado mil y una veces con esa asociación, que solo se explica por la Ley de Ampere: “polos opuestos se atraen”, pero más aún en su narrativa alejada de la construcción.
Alguien debe dar el paso para conciliar a la nación, porque más allá de estar polarizados, todos somos mexicanos.
¿Quién será?
David Gamboa
Mercadólogo por la UVM. Profesional del Marketing Digital y apasionado de las letras. Galardonado con la prestigiosa Columna de Plata de la APCJ por Columna en 2023. Es Editor General de ADN A Diario Network.