Nuestras ciudades no están preparadas para que los ciudadanos con discapacidades físicas (personas con dificultades para andar, moverse, usar alguna parte del cuerpo) y sensoriales (personas que no oyen, no ven, no pueden hablar o no entienden) puedan desplazarse y moverse fácilmente en ellas. Existe la sensación de que a las empresas, los gobiernos, los arquitectos, los urbanistas y los ciudadanos le son indiferentes las dificultades que esto ocasiona a las personas con discapacidad.
Pero según la experiencia de la organización Ciudad Accesible de Chile, la experiencia les ha demostrado que es realmente un porcentaje bajo que es indiferente, que no tiene interés o que tiene mala voluntad.
En la mayoría de los casos, el que los espacios no cuenten con accesibilidad, se debe a varios factores:
- En una sociedad que en el pasado relegaba en sus casas a las personas con discapacidad, el proceso de cambio tomará tiempo, no obstante la presión que hoy ejercen las organizaciones de y para personas con discapacidad en el tema.
- La dificultad para conocer las necesidades de las personas con discapacidad debido a que aun son pocas las que cuentan con un empleo, van a la escuela o participan socialmente. Esto provoca que la convivencia con ellas sea poca y por lo mismo se genera desconocimiento o ignorancia.
- La falta de formación profesional sobre el tema de la accesibilidad por parte de los ingenieros, arquitectos y quienes tienen en sus manos el desarrollo urbano de las ciudades no ayuda a la información y la aplicación de la accesibilidad. Creemos que “una rampa para personas con discapacidad” es todo lo que se necesita para cumplir la Ley.
¿Qué es lo que tenemos que hacer para lograr la accesibilidad en las ciudades?
Las organizaciones de y para personas con discapacidad así como los ciudadanos podemos y debemos influir en acelerar este cambio. ¿Cómo?
- Generando contenidos, información, recursos para informar, educar, exigir y sensibilizar a la ciudadanía, las empresas, los municipios, el comercio, y las universidades.
- Impulsando leyes, políticas publicas y buenas practicas en el tema de la accesibilidad.
Hoy en Chihuahua contamos con varios instrumentos legales para lograrlo: la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, la Ley para la Atención de las Personas con Discapacidad en el Estado de Chihuahua y el Reglamento de Accesibilidad para Personas con Discapacidad del Estado de Chihuahua. El llamado a lograrlo es para todos.
Lucila Murguía
Lucila Murguía de Arronte es Licenciada en Administración de Empresas y Madre de un hijo con discapacidad. Ha trabajado en el sector social por mas de 30 años, como socia fundadora de organizaciones y redes o participando como consejera en organizaciones y consejos de gobierno en la elaboración de leyes y reglamentos en beneficio del sector social.
Las opiniones expresadas por los columnistas en la sección Plumas, así como los comentarios de los lectores, son responsabilidad de quien los expresa y no reflejan, necesariamente, la opinión de esta casa editorial.