Cualquier profesional que se dedique a la enseñanza de nivel secundaria y preparatoria, se da cuenta que la innovación en los métodos de enseñanza, la adaptación en las tecnologías y ser experto en la materia ya es una constante. Estas son las características del profesor del siglo XXI. Puedes preparar muy bien una clase, estudiar la mejor dinámica para aplicarla pero al final del día, el estudiante estará más involucrado con sus influencers preferidos, con ellos buscara el conocimiento y no con sus profesores ¿Por qué? Es debido a la interacción con las redes sociales y el formato que usan los influencers para informar o comunicar.
Por ejemplo, el escorpión dorado al volante es un personaje irreverente, sarcástico y provocador. Sus entrevistas se desarrollan aparentemente en una plática normal mientras se va manejando, esto genera emociones y es lo que atrapa al interlocutor. El cambio generacional en el profesorado ha dejado de lado el provocar emociones en el binomio enseñanza-aprendizaje, porque se predispone mucho a que se sigan métodos burocráticos.
Entonces el profesor en vez de preguntarse ¿Por qué enseño y cómo enseño? Prefiere mecanizarse para sacar los pendientes de escritorio o la precariedad salarial también influye en no tener expertos en materia o motivación para seguir profesionalizándose. Aunque también se plantea el qué y cómo para transmitir un mensaje o enseñanza en sus videos, sin duda tiene mayor impacto en el joven. Por supuesto que hablamos de mensajes y medios diferentes, pero también ya se hablaba de la enseñanza digital.
Además, hay que seguir poniendo atención al contexto del alumno porque no se está usando el lenguaje apropiado. El cerebro del adolecente es autodidacta y disfruta de construir su conocimiento. Así como el youtuber o influencer hacen su tutorial, en las aulas hay que transmitir esas emociones con el modelo por proyectos por la interdisciplinariedad para retar al alumno, sin embargo; esto refuerza el peso de los proyectos integradores, la transversalidad, la gamificación y lo novedoso. Pero sobre todo, el estímulo. Si los alumnos no tienen apremios al hacer algo bien, no tendrán interés en aprendizajes académicos. Todas las materias están sujetas al mismo fenómeno, todas las materias pueden llegar a ser entretenidas o aburridas, según sea la conducción del profesor en turno.

Marduk Silva
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Profesor en Preparatoria Lobos de la Universidad de Durango Campus Juárez y en la Escuela Preparatoria Luis Urias.
Las opiniones expresadas por los columnistas en la sección Plumas, así como los comentarios de los lectores, son responsabilidad de quien los expresa y no reflejan, necesariamente, la opinión de esta casa editorial.