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    diciembre 23, 2024 | 6:40

    ¿Quién nos gobierna?

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    El gobierno ha sido considerado mundialmente, como el más alto nivel de dirección y administración ejecutiva, que está compuesto por los directores ejecutivos del Estado y como autoridad gobernante de una unidad política; que tiene por objeto tanto dirigir, controlar, y administrar las instituciones del estado, tales como regular una sociedad política y ejercer su autoridad conforme a los preceptos establecidos para su encargo. Por eso debe estar integrado por personas conscientes de la obligación que contraen, para que garanticen el debido cumplimiento de sus obligaciones.

    Es el más alto mando que confía el pueblo, a través del sistema democrático que determina la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y que obliga a los que asumen el poder, bajo protesta, a cumplir los ordenamientos y disposiciones aplicables a su actividad administrativa. Su lealtad a la patria, conduce al gobierno al mayor compromiso adquirido con la sociedad: Administrar sus bienes. En un sistema democrático, el pueblo tiene el mando para exigir la rendición de cuentas al gobierno, durante o después de su gestión.

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    El gobierno democrático, está en permanente comunicación con la gente y concede audiencia a todo aquél que lo solicite para resolver asuntos y conflictos de su competencia. No es un favor. Es una obligación. El gobierno es parte del pueblo y sirve para sus gobernados. No es un negocio particular, ni tampoco para utilizar los recursos públicos para asuntos personales. También los bienes del gobierno, son del pueblo y para el pueblo. Democráticamente debemos tener acceso gratuitamente, porque se pagaron con recursos públicos. Como las carreteras.

    Las instituciones que se han creado, son la manera de servir a la comunidad. El poder equilibrado entre las dependencias y sus servidores públicos, permite el contacto y debido acceso como lo establece cada organigrama y legislación respectiva. Se reparte el poder para servir. De tal manera que se establece una relación entre gobernantes y gobernados. Caer en el servilismo es indigno de todo ser humano, que se somete al poder con sumisión, y exagerada obsesión de colocar al gobernante, en un status superior al de la sociedad que le confió el mandato.

    Para entender el contenido sobre la palabra más importante de nuestra Carta magna, “democracia”, es necesario analizar varios aspectos para ver si realmente nos encontramos en nuestro país, bajo el régimen que ha costado la vida de cientos de miles de mexicanos. Aquellos que han dado lo más importante de su existencia, como lo es “la vida”, para manifestarse en contra de lo que agrede a la libertad y a los derechos del pueblo. Aquellos que son silenciados bajo metralla por el Estado, porque se han atrevido a expresar libremente sus ideas y que han denunciado a los malos gobernantes. Los que defendieron su dignidad humana por encima de todo.

    Comienzo con el mecanismo fundamental de participación ciudadana, a través del sufragio, que es el voto. El voto debe ser libre. Ejercido sin presiones políticas, ni condición alguna. Tampoco se puede pedir a cambio de algo. Todo lo que va en contra de la libertad de elegir, es un delito electoral. También la ignorancia y ausencia de conciencia política perjudica a la hora de votar. Debe ser igual para todos, sin distinción alguna. Todos los mexicanos por el solo hecho de serlo, tenemos el derecho de votar. El voto debe ser directo y secreto. No tenemos obligación de enterar a nadie de nuestra decisión. Ni debemos permitir imposiciones de partido, o independiente alguno.

    Cuando el poder se desvía en cuanto al origen por el que se constituyó, o estableció, se ejerce para poder en contra de quien se oponga al poder, del poder por el poder. Pues el poder es para servir a quien se le otorga el mandato por voluntad popular conforme a sus atribuciones y no en cuanto a sus pretensiones o ambiciones. Pues entonces la nación, el estado o el municipio, pueden caer al autoritarismo, la dictadura y/o la oligarquía.

    El autoritarismo es toda actitud abusiva de ejercer el poder. Se imponen medidas arbitrarias o represivas, que restringen la libertad y la justicia. La dictadura consiste en que los tres poderes del estado se concentran en un solo individuo, grupo o partido político, con poder y autoridad absolutos. La oligarquía se distingue porque concentra el poder en un pequeño grupo de personas, provenientes de una misma familia, clase social, grupo económico o partido político. Así es como podemos distinguir “quien nos gobierna”.

    Molinar Apodaca
    Héctor Molinar Apodaca

    Abogado especialista en Gestión de Conflictos y Mediación.


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