En 1990 ante la caída del muro de Berlín muchos pensamos que la pesadilla marxista había terminado, porque pocos reflexionamos en el enorme poder económico de los dueños de estos sistemas que fueron acumulando al paso de los años de explotación de los pueblos de los que se adueñaron.
Escondidos en la oscuridad de sus logias buscaron la forma de mimetizarse y volver a la carga, ya el proletariado o los campesinos no era significativo en un mundo urbanizado, los obreros ya tenían un nivel confortable que difícilmente arriesgarían, ¿Quiénes serían las víctimas a redimir para justificar su autoridad? ¡EUREKA! La mujer y los niños.
Aunque los resultados del marxismo fueron desastrosos la dialéctica hegeliana tropicalizada en dialéctica marxista funcionaba como método de acceder al poder y habría que ponerla en marcha, así que disfrazados de feministas, abortistas y desviados iniciaron su regreso al poder político ya que aún conservaban un enorme poder económico y los medios de comunicación.
Imponer un gobierno totalitario mundial requiere destruir varias instituciones fundamentales, la familia, la religión y la patria, ya lo habían probado en los regímenes marxistas donde el estado se apropiaba de la educación de los hijos haciendo a un lado a los padres, las religiones “El opio de los pueblos” fueron arrasadas y los países donde se instalaban respondían a la internacional socialista.
Ya no tenían el poder político, pero tenían el poder económico, los medios de comunicación y la ONU, desde ahí reiniciarían su lucha, ya no a través de las armas sino de las ideas.
Construyeron un caballo de Troya o derechos de los niños y las mujeres, ¿Quién se podría oponer a los derechos humanos que tanto prestigio habían acumulado? Solo que estos derechos estaban envenenados, al darles derechos a los niños, el estado se vuelve garante de esos derechos haciendo a un lado la patria potestad de los padres y reventando el vinculo padre hijo.
El padre ya no puede reprender al hijo, el hijo puede acusar al padre y este ir a prisión, darle una nalgada a un hijo es delito, se educa al niño a defender sus “derechos” contra los padres y el estado lo apoya, en los países bajo control del marxismo de género, después de un adoctrinamiento o “educación de género” los niños pueden pedir su cambio de sexo sin que intervengan los padres y estos son mutilados sin que los padres puedan hacer algo y si lo intentan van a la cárcel.
La reforma educativa que entró en vigor en México en su Currícula 2022 apartado 4.4.4 contempla la Igualdad de género palabra elegante que propone que el niño tiene la libertad de elegir su género, esto es puede ser hombre, mujer, homosexual, lesbiana, bisexual, zoófilo, pederasta etc 120 géneros que no son otra cosa que depravaciones convertidas en identidades semejantes al sexo.
En este apartado dice explícitamente que el maestro mostrará a los niños la naturaleza de los géneros y harán prácticas de ellos, esto se traduce en que al niño se le vestirá de niña, a la niña de niño, experimentarán la homosexualidad, el lesbianismo y todas las depravaciones convertidas en género para encontrar su “identidad”.
Quienes fuimos educados en la civilización occidental esto nos parece una aberración algo sin nombre, pero a los maestros, previamente ideologizados les parece lo más natural y ya lo están haciendo en la Ciudad de México y a partir de octubre se hará en todo el país.
La gente de bien nos hemos ocupados en mejorar nuestra economía, buscar nuestro bienestar y el de nuestra familia, hemos dejado de lado el mundo de las ideas, damos por hecho como deben de ser las cosas pero no nos preocupamos por estudiar su origen y justificación, hoy la anti civilización se nos presenta como un tsunami que nos envuelve y destruye, no sabemos qué está pasando porque se fueron infiltrando a través de los medios, las películas, las series, las “noticias intencionadas”, las fuimos tolerando y hoy nos ponen de rodillas e increíblemente no reaccionamos, nos quedamos pasmados esperando un milagro que “alguien” venga y resuelva el problema.
La mala noticia es que nadie vendrá a rescatarnos son pocos los perversos, pero muy poderosos, tienen sus ideas y estrategias muy claras y definidas, la gran mayoría tendremos que hincarnos ante ellos porque no entendemos lo que está pasando y no tenemos voluntad de lucha, pronto estaremos sometidos a la tiranía más depravada y perversa que la humanidad haya conocido consecuencia de nuestra apatía e ignorancia.
Bienvenidos depravados, el mundo es suyo, “morituri te salutant”.
Marcos Barraza
Ingeniero de profesión y aficionado a la ciencia y filosofía. Intelectual de nuestro tiempo que compagina conocimiento científico y humanista. Domina las ciencias exactas y armoniza con las ciencias sociales.
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