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    diciembre 3, 2024 | 11:00

    Regresiones.

    Publicado el

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    Bien dicen que la sociedad actual está de alguna forma alienada con las nuevas tecnologías, de manera particular con los dispositivos, el internet y las redes sociales. Pues bien, dentro de uno de esos lapsos de ocio me encontré con un video corto de un mitin encabezado por el expresidente José López Portillo, podría decirse que cualquier similitud con la actualidad es mera coincidencia, sin embargo, merece analizarse.

    José López Portillo gobernó México de 1976 a 1982, beneficiario del “dedazo flamígero” de su amigo de toda la vida Luis Echeverría, “Pepe” se hizo de la candidatura presidencial del entonces partidazo, el PRI, cuando el solo hecho de ser postulado por las siglas del partido del círculo triseccionado garantizaba por mucho el triunfo electoral.

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    Pero no solo eso, los partidos de oposición en ese momento estaban domesticados por el gobierno o como en el caso del PAN convenientemente divididos a su interior. El principal partido opositor, Acción Nacional, no había logrado si quiera presentar candidato para las elecciones presidenciales de 1976.

    Es así que López Portillo hubiese resultado formalmente electo, tal como él lo reconoció en alguna ocasión, así solo fuera con el voto de su mamá. El histórico Valentín Campa haría campaña para el ilegalizado Partido Comunista Mexicano por lo que su votación sería prácticamente inválida.

    Se sabe que al final del sexenio de Echeverría corrían rumores sobre el supuesto interés de este por ampliar su mandato o relegirse. La postulación de su amigo de la infancia Pepe López Portillo sobre el entonces secretario de gobernación Mario Moya Palencia; identificado este último como el sucesor natural y con amplio respaldo del Ejército y de la élite política; no hacía más que alimentar la percepción de que Echeverría trataría de seguir manejando los hilos del poder tras bambalinas.

    Pues bien, aún y cuando Echeverría hubiese tenido la intención de seguir influyendo directamente en el manejo del gobierno, el sistema funcionaba de tal forma que el inquilino de Los Pinos no podía rehuir al ejercicio del poder, López Portillo lo ejercería sin miramientos.

    Es así que en el pequeño video que comentamos al principio se ve un mitin en el zócalo de la Ciudad de México, plaza llena; carteles, mantas y banderas del PRI y de sus sectores. El presidente López Portillo encabeza una “manifestación genuina de patriotismo y respaldo popular hacia la Revolución hecha gobierno”.

    El entonces primer mandatario arenga a la multitud, pontifica, señala adversarios; agradece el apoyo de los campesinos, de los obreros, de los burócratas. Es 1982 y se había convocado a una gran marcha en respaldo a la nacionalización de la banca y el control de cambios.

    Las bases corporativizadas y la nomenklatura del PRI gobierno respondieron al llamado y le expresan lealtad al presidente, se escuchan corear ¡Portillo! ¡Portillo!. Por último, se entona el himno nacional, muchos lo hacen con evidente devoción hacia el primer priista de la nación.

    En la práctica, López Portillo se despedía del poder, dirigió un gobierno que gracias a los altos precios del petróleo logró un repunte muy destacado en el crecimiento económico durante sus primeros años, por otro lado, la frivolidad y los excesos que conlleva la concentración del poder le llevaron a tomar decisiones insensatas que llevarían al país a una nueva crisis económica.

    Bajo los usos y costumbres de entonces, su sucesor encarcelaría a miembros destacados de su gobierno, obligándole a seguir como a sus antecesores, una vida de silencio y alejado de la participación política.

    Los cortesanos más cercanos desaparecían también de la vida pública, al menos durante seis años; muchos miembros de la nomenklatura eran naturalmente sustituidos por el nuevo mandatario mientras algunos otros, los menos, prevalecían desde hace tiempo.

    Al menos en México el sistema político sigue siendo presidencialista, personalista, egocéntrico; al mismo tiempo efímero, pendular, ingrato. A veces la Historia se repite.

     “Mas tú, Yahveh, permaneces para siempre, y tu memoria de edad en edad.”
    (Salmos 102:13)

    ADN Moises Hernandez Sqr
    Moisés Hernández Félix

    Lic. en Administración Pública y Ciencia Política, candidato a Maestro en Administración en curso. Ha sido funcionario público federal y docente en nivel media básica y medio superior. Se especializa en gobernanza educativa y políticas públicas.


    Las opiniones expresadas por los columnistas en la sección Plumas, así como los comentarios de los lectores, son responsabilidad de quien los expresa y no reflejan, necesariamente, la opinión de esta casa editorial.

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