A finales de los cincuenta del siglo pasado, comenzaba una nueva era en el cine mexicano que trascendió a nivel mundial a pesar de las predicciones en su contra. Nacía el cine de luchadores gracias a la acertada visión del argumentista Fernando Osés, quien además fue un luchador exitoso llevando a la pantalla grande al primer personaje enmascarado: la “Sombra Vengadora”.
Luego del gran éxito como la Sombra Vengadora, Fernando Osés quería seguir como guionista y tuvo la obsesión de conseguir a Santo el enmascarado de plata para integrarlo en sus argumentos como el héroe justiciero, así fue como en 1958 se filmaron las dos primeras simultáneamente en Cuba, “Santo contra el cerebro del mal” y “Santo contra los hombres infernales”, con bajo presupuesto ante la ausencia de productores interesados.
En estas dos producciones intervino como el villano el gran actor Joaquín Cordero a quien conocí personalmente incluyéndome como su amigo, me platicó las anécdotas que padecieron en las filmaciones, pues se acabó el dinero y había deudas que pagar en Cuba, por lo que la intervención de Fidel Castro fue su salvación al exigir la salida del país a todos los extranjeros. Joaquín mencionaba que Santo era un buen compañero y además disciplinado en sus llamados.
De ahí en adelante el Santo fue un imán en la taquilla y se convirtió en un ídolo tanto en el cine como en el cuadrilátero. El Santo para enfrentar a los “malos” pidió que se contratara a luchadores profesionales para no fingir los golpes ni lesionar a los actores, de tal suerte que el cine abrió otra puerta para estos deportistas que se hicieron famosos gracias al enmascarado de plata.
El Santo fue forjando su carrera cinematográfica en forma simultánea con el cine y también en una revista semanal donde enfrentaba a alienígenas, monstruos, momias y criminales. Al no revelar su identidad, el Santo inspiró a sus fans convirtiéndolo en la leyenda viviente, pues contrario a los super héroes que nacieron en la época como Batman y Supermán, el Santo existía.
El Santo fue un hombre muy disciplinado consigo mismo, el que estaba detrás de la máscara no fumaba, ni bebía alcohol, se ejercitaba diariamente y conservó la máscara como su más preciado tesoro, que a la larga se convirtió en la leyenda que sigue fascinando a través de la máscara plateada, que dignamente heredó su hijo.
Los primeros dieciséis filmes de Santo el enmascarado de plata, apareció con su uniforme de luchador y su capa. En el filme número diecisiete apareció por primera vez vestido normalmente, con su máscara por supuesto, bajo el título “Operación 67” donde encarnó al agente secreto X1 al estilo James Bond, alternando créditos con Jorge Rivero como el agente secreto X2. Además, fue su primer film a colores y comenzaba una era distinta, por la vestimenta que utilizó en adelante. Se incluyó el primer desnudo femenino, en una película del Santo, con la atractiva bailarina japonesa Midori Nagashiro, que solamente se pudo ver fuera de México, como condición del Enmascarado de Plata, pues no le gustaban las escenas de sexo en sus películas.
Santo el enmascarado de plata llegó para quedarse eternamente entre nosotros. Pocos son los actores que logran ser inmortales a través de sus películas como Pedro Infante, que sigue siendo un ídolo, conquistando generación por generación. El Santo es la excepción, pues sus películas se siguen exhibiendo en televisión de paga y además se han masterizado para venta en DVD y Blu Ray.
Lorena Velázquez cautivó con su personalidad y belleza en “Santo contra las mujeres vampiro” a quien conocí y tuve la oportunidad de platicar con ella en dos ocasiones, en un festival de cine y en el cumpleaños de Patricia Rivera, me dijo que Santo era un caballero. Se comportaba con gran profesionalismo y nunca se quitó la máscara. Utilizaba una máscara con la boca descubierta para comer. Tuvo una gran amistad que le permitió filmar cuatro en total con el enmascarado de plata “Santo contra los zombies”, “Atacan las brujas”, “El Hacha Diabólica” y “Santo contra las mujeres vampiro”, esta última duró un año en cartelera en Japón y su fama se internacionalizó.
La visión futurista del guionista de cabecera de Santo, Fernando Osés, podemos mencionar el teléfono con cámara, la recepción de imágenes a su laboratorio a una pantalla gigante mediante satélite y el reloj inteligente, además de enfrentar a seis o más delincuentes, marcianos o monstruos a la vez. Todos ellos eran luchadores que saben golpear y caer.
Mi querido amigo el Hijo del Santo me comentó que la película preferida de su papá fue “Santo contra el Doctor Muerte” filmada en 1973, en coproducción con España. Sus películas se consideran de culto en todo el mundo. Cabe mencionar que -curiosamente- cuando filmó “Las Momias de Guanajuato” los estelares eran Blue Demon y Mil Máscaras, el Santo fue llamado para apoyar al productor y se modificó el guion agregándolo. Esta historia la contaré en mi próximo artículo de cine.
Héctor Molinar Apodaca
Abogado especialista en Gestión de Conflictos y Mediación.
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