A menos de una semana del llamado “día D” (día de la elección), es siempre difícil y aventurado hacer un pronóstico de los resultados electorales. Sin el afán de predecir ni afirmar lo que no se sabe, sí podemos explorar algunos hipotéticos desenlaces en diferentes elecciones del próximo 2 de junio.
Pues bien, la guerra por el poder político habrá de vivir su clímax teatral, los mexicanos y el órgano electoral se encaminan a desarrollar la jornada electoral, la más grande de la Historia. Acto que determinará la configuración de los espacios de decisión que orientarán el rumbo que habrá de llevar la Nación.
La obra de la “Cuarta Transformación”, escrita y dirigida por el actual presidente de México, se pretende sea continuada por el eventual gobierno de la Dra. Sheinbaum. La maquinaria de MORENA no ha adolecido de estructura y seguramente tampoco de recursos en aras de lograr no solo la silla del águila, también buscan la mayoría en el congreso, el famoso “Plan C”.
Pero en el arte de crear guiones, pocas segundas partes han cumplido con las expectativas, muchas menos son las que han superado a las primeras. A los datos de hoy, este 2 de junio difícilmente habrá un resultado que supere el “tsunami” lopezobradorista del 2018.
Si bien la aprobación del presidente de México se ha mantenido en altos niveles y de manera bastante estable a lo largo del sexenio, llega a sus últimos meses en niveles no tan fuera de lo común de los que tenían otros presidentes.
Las gubernaturas ganadas por el oficialismo en muchos casos están siendo seriamente cuestionadas en su desempeño, basta mirar a estados como Veracruz, Morelos, Guerrero o Zacatecas. En las dos primeras entidades la oposición ha logrado entrar a la competencia real.
No sería ya una sorpresa que el abundante y poblado estado de Veracruz sea recuperado para el PRI. La elección se vislumbra cerrada luego de un deficiente gobierno morenista y la imposición de una candidata sin el suficiente arraigo; ante esto el PRI y el PAN han visto la oportunidad de arrebatar este importante bastión a MORENA.
El estado de Morelos ha padecido la administración de un ex futbolista, los números en las encuestas prendieron los focos rojos para el oficialismo y han tenido que enviar a un ex secretario de gobernación como “coordinador político”. Es viable una sorpresa.
La batalla por la Ciudad de México luce también cerrada, es dudosa la claridad de las encuestas disponibles y es visible el esfuerzo organizativo de la oposición por llevar la alternancia al corazón político del país. La marea rosa de hace una semana puede entenderse como un preludio de lo anterior, de una posible alternancia.
Los grandes centros urbanos del país en su mayoría también escapan del oficialismo. Monterrey, Guadalajara, Puebla, Querétaro, León, La Laguna, Toluca, Chihuahua; por decir algunos; tienen un fuerte voto “anti morena”. Tijuana y Ciudad Juárez se mantendrían hasta ahora como bastiones del oficialismo.
A pesar de sufrir una crisis de inseguridad no antes vista, Tabasco y Chiapas continuarían con gobiernos de MORENA, al igual que el estado de Puebla, sin embargo, en Puebla la ventaja sería mucho menor.
El PAN conservaría Guanajuato. En Jalisco se pondrá a prueba la capacidad de operación de Movimiento Ciudadano ante la amenaza de MORENA, tal como el PAN se pondrá a prueba en Yucatán.
La capacidad de movilización de los bloques políticos y el grado de participación ciudadana en las elecciones del 2 de junio inclinarán la balanza en varios resultados. Si bien el oficialismo dispone de una temible maquinaria territorial; existe también una insurgencia opositora, aunque tal vez no mayoritaria pero que ya decidió participar en el “día D”.
Siendo así, los contrapesos en la cámara de diputados y senadores estarían resueltos, afortunadamente.
“Él hace alternar estaciones y tiempos, depone a los reyes, establece a los reyes, da a los sabios sabiduría, y ciencia a los que saben discernir.”
(Daniel 2:21)
Moisés Hernández Félix
Lic. en Administración Pública y Ciencia Política, candidato a Maestro en Administración en curso. Ha sido funcionario público federal y docente en nivel media básica y medio superior. Se especializa en gobernanza educativa y políticas públicas.
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