Aplaudir los intentos de lograr una aprobación para que el Ejército de los Estados Unidos actúe en territorio nacional como lo hizo la derecha empresarial opositora, y sus liderazgos partidistas de la alianza “Va por México” en recientes días y que, sin duda alguna, no hay nada que justifique ése júbilo opositor, es un pensamiento de traición, es una actitud de entreguistas y de hipócritas, de perversos, de simuladores y de mexicanos con ínfulas de imperialistas, clasistas y miserables mal agradecidos con la patria, y con el presupuesto nacional que les dio todo lo que hoy tienen.
A ver si bajo la bota del imperio de los Estados Unidos pudieran hacer todas sus sinvergüenzadas y raterías, sus negocios turbios y sus complicidades con los criminales que por supuesto no podrían porque ya no cabrían en el organigrama de control criminal que prevalece en ese país.
Son los grupos opositores de la derecha neoliberal los que ante cualquier intento por parte de las autoridades federales de lograr penetrar las redes delincuenciales y criminales de inmediato salen a cubrirlos señalando, y acusando, al gobierno federal de espionaje y de la ilegalidad del acto de inteligencia y, orquestado toda una campaña mediática en los principales medios sobre precisamente la actividad de inteligencia del gobierno mexicano, en especial la actividad de inteligencia del Ejército Mexicano, la Marina buscando que no se lleve a cabo o debilitarla.
Quieren esos grupos de la derecha opositora que los criminales tengan todas las de ganar, quieren a la autoridad de rodillas ante los narcotraficantes, pero les agrada que nuestras fuerzas de seguridad sean infiltradas por los criminales y con las consecuencias de ello, mudos ante las ventajas que una infiltración otorga.
La ley de Seguridad Nacional establece en su Artículo 29 que se entiende por inteligencia, y señala que es el conocimiento obtenido a partir de la recolección, procesamiento, diseminación y explotación de información, para la toma de decisiones en materia de Seguridad Nacional.
Y la misma ley en su Artículo 30 establece que la información sólo podrá ser recabada, compilada, procesada y diseminada con fines de Seguridad Nacional por las instancias autorizadas, en este caso sería el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional y los organismos policiacos especializados, y autorizados, para ejercer las funciones de inteligencia para la seguridad nacional.
Los grupos delincuenciales y criminales dedicados al narcotráfico, al secuestro, a la trata de blancas, etc. en todas sus modalidades son entes considerados como que atentan a la seguridad de la nación y sus ciudadanos, la seguridad nacional, y es parte de ello del porque las fuerzas armadas están en la calle, situación a la que se negaron los opositores en la aprobación de la extensión del plazo al Ejército en las calles en el Congreso, no quieren al Ejército combatiendo al crimen organizado, cuando fueron ellos mismos, el PAN y el PRI, los que ilegalmente sacaron al ejército a combatir al crimen en las calles.
El Artículo 31 de la misma ley de Seguridad Nacional establece también que están facultados las instancias autorizadas para desarrollar servicios de inteligencia y que podrán ejercer atribuciones propias de la producción de inteligencia y las instancias gozarán de autonomía técnica y podrán hacer uso de cualquier método de recolección de información, sin afectar en ningún caso las garantías individuales ni los derechos humanos.
Pero, también se establece en su Artículo 32 que para los efectos de la Ley de Seguridad Nacional se entiende por contrainteligencia a las medidas y actividades de protección de las instancias en contra de actos lesivos, así como las acciones orientadas a disuadir o contrarrestar su comisión de inteligencia para la Seguridad Nacional realizadas por los entes encargados y autorizados.
Los actos que atentan contra la seguridad nacional son los siguientes de acuerdo al Artículo 5 de la misma Ley donde establece que:
Son amenazas a la Seguridad Nacional:
- Actos tendientes a consumar espionaje, sabotaje, terrorismo, rebelión, traición a la patria, sedición y genocidio en contra de los Estados Unidos Mexicanos dentro del territorio nacional.
- Actos de interferencia extranjera en los asuntos nacionales que puedan implicar una afectación al Estado Mexicano.
- Actos que impidan, o pongan en evidencia, a las autoridades al actuar contra la delincuencia organizada.
- Actos tendientes a quebrantar la unidad de las partes integrantes de la Federación, señaladas en el artículo 43 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
- Actos tendentes a obstaculizar o bloquear operaciones militares o navales contra la delincuencia organizada.
- Actos en contra de la seguridad de la aviación.
- Actos que atenten en contra del personal diplomático.
- Todo acto tendente a consumar el tráfico ilegal de materiales nucleares, de armas químicas, biológicas y convencionales de destrucción masiva.
- Actos ilícitos en contra de la navegación marítima.
- Todo acto de financiamiento de acciones y organizaciones terroristas.
- Actos tendentes a obstaculizar o bloquear actividades de inteligencia o contrainteligencia.
- Actos tendentes a destruir o inhabilitar la infraestructura de carácter estratégico o indispensable para la provisión de bienes o servicios públicos.
Derivado de los hechos que señala en sus publicaciones Carmen Aristegui en Aristegui Noticias donde pondera que el ejército espió a un ciudadano periodista en Nuevo Laredo Tamaulipas carecen de toda veracidad y es una acción noticiosa perversa porque omite, el portal de Aristegui, que a esa persona que señala como víctima de espionaje, se le vigilaba por sus nexos con el crimen organizado local y que incluso ese “periodista” fue señalado con toda precisión hace año y medio, precisamente en la conferencia mañanera, sobre sus nexos y relaciones con narcotraficantes de esa población de Nuevo Laredo, incluso, está señalado como autor intelectual del asesinato de otro periodista en nuevo Laredo, padre del denunciante ante el presidente.
El Ejército por medio del sistema Pegasus captó las conversaciones telefónicas del sujeto durante algún tiempo durante 2020 y 2021 situación que reconoció el presidente de la República como actividad de inteligencia que realiza el ejército mexicano contra identificados o sospechosos con el crimen organizado.
Carmen Aristegui comete violaciones a la Ley de Seguridad Nacional al perversamente intentar proteger a un sujeto que se cubre como “periodista” y como “representante” de Derechos Humanos en Nuevo Laredo al poner en descubierto la actividad de inteligencia del Ejército, las violaciones son en los puntos #3, #5, #11, del listado enumerado en la parte de arriba de esta columna.
El periódico Reforma incluso se atrevió a cuestionar al presidente en la mañanera sobre si era o no legal lo que estaba haciendo el ejército “espiando” a los periodistas y los organismos de los derechos humanos, pero no preguntó sobre las investigaciones que pesaban sobre el sujeto.
Se les olvida a los desmemoriados opositores quien trajo Pegasus a México (y el gran negocio que les generó) y fueron mudos, ciegos y sordos cuando los hoy opositores, que alguna vez fueron gobierno, lo aplicaban contra ciudadanos, políticos de oposición de izquierda, contra periodistas no afines al régimen neoliberal y contra los curas que predicaban el evangelio y eran activistas sociales cumpliendo su función pastoral, se les olvida que a toda la izquierda les pusieron encima la bota de la represión, las orejas de Pegasus encima y el encierro en las mazmorras, se les olvida 1968, se les olvida 1972, se les olvidan tantas y tantas masacres en nombre de la seguridad nacional y de protección al régimen neoliberal.
Denunciar sin tomar en cuenta la razón y la verdad como lo hizo Reforma y Aristegui no es más que la razón del vínculo que aún se conserva con los criminales para buscar mediáticamente que la actividad de inteligencia del Ejército y la Marina se desmerezca y atenúe para que no puedan obtener la información necesaria para proteger, usando la inteligencia y no las armas.
Yo he señalado en distintas columnas que mientras no haya verdaderos servicios de inteligencia que sirvan realmente para PREVENIR actos delictivos por parte de las policías locales NUNCA podremos combatir al crimen organizado y salir victoriosos.
Los criminales tienen sus propios servicios de inteligencia y sus ejércitos de infiltrados y esto ha costado muchísimas vidas.
En lugar de proteger a nuestro Ejército lo denigran y conste, no es lo mismo espiar que servicios de inteligencia.
Raúl Sabido
Egresado de la Facultad de Comercio y Administración por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su desarrollo profesional ha sido en empresas privadas en posiciones directivas donde a logrado acumular 42 años de servicio.
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