Yo no me masturbo, yo me hago el amor – Dr. House
Las malas lenguas hablan, las buenas sacan orgasmos- No sé
El sexo alivia la tensión. El amor la aumenta…el amor es sexo – Woody Allen
Sexo, placer, desastres (…creo que me equivoque de profesión), ¿porque el sexo es tan importante en nuestra vida? ¿Es algo natural? ¿Tenemos un mal concepto del sexo? Amor y sexo, ¿deben subsistir para la felicidad? Según la espiritualidad veda, podemos llegar a dios por medio del sexo y eso involucra un acto de espiritualidad: el amor
-En este artículo hablare sobre concepto del sexo en lo espiritual, del porque hasta en la cerveza del “hombre más interesante del mundo” hay sexo y porque a pesar del “libre pensamiento” hay infelicidad y mucho sexo, mucho sexo y divorcios, mucho sexo y pocas familias estables.
“El sexo forma parte de la naturaleza. Y yo me llevo de maravilla con la naturaleza”; esto lo dijo Marilyn Monroe, considerada una sirena de la seducción (según el libro “El arte de la seducción” de Robert Greene), al igual que Cleopatra y helena de Troya. “La sirena, Un ser que te atrae al deseo, al peligro, te incita a arriesgar tu vida por el placer de los cuerpos”. Entre los distintos tipos de amante femenina después de la sirena tenemos a la coqueta que juega con la autoridad del hombre y lo hace débil a los encantos de ella, la estrella que cumple las fantasías más profundas del hombre (para mayor información consultar el libro “El arte de la seducción” de Robert Greene).
¿Porque anhelamos crecer con la intención de tener sexo? ¿Por qué buscamos parejas, relaciones amorosas?, todo se resumen en el sexo, todo lo hacemos por sexo; incluso un buen trabajo, la moda, el desarrollo personal radica en el sexo (te odio Freud). El sexo es un ápice amplio en la genética humana y la evolución sin ella estaríamos extintos o adán y Eva no hubieran tenido hijos (de acuerdo si, la serpiente tuvo la culpa). En general, todo, absolutamente todo se trata de sexo, excepto el sexo, el sexo se trata de poder (muahaha).
Por los instintos sexuales nos comportamos de cierta manera (el romanticismo por ejemplo), nos adecuamos a ciertas conductas e interactuamos con ellas (sexualidad activa) e incluso altera la homeóstasis del sistema límbico por un tumor ya sea benigno o maligno (según la moral de cada quien): La ninfomanía.
También, la moda, que es la manifestación visual de los deseos sexuales y la manifestación visual de los efectos de un orgasmo ¿No me creen? Analicen sobre los efectos de la sexualidad en el cerebro en la publicidad (color rojo, piel, ojos profundos, frente amplia, cuello descubierto, no hablo de gatitos, hablo de sexo); así que la forma como vistes, como te mueves y como miras es un reflejo de tus cualidades sexuales ante el inconsciente de quien te observa… ¿te ha generado deseos sexuales una mujer con rebozo y ropa suelta? Claro que no, todo radica en el órgano más excitante y excitable del cuerpo: la piel (mal pensad@s).
Por esta razón puedes identificar sexualidad reprimida, pudor, erotismo, ninfomanía, que en si
todo se traduce en “seguridad en si mism@”, ¿recuerdas como tu cerebro generó los canales nerviosos para que fueras segur@ de ti mism@? Así es, el enamoramiento, la atracción al sexo opuesto, la primera cita, que te volteen a ver, sexo.
Y hablando de amor, esta patología, ¿qué atributos le da al sexo? Pregúntale a tu cerebro. El amor es como todo químico, un desastre a la homeostasis ya que altera todo, hasta tu intelecto. Bien, el amor como contexto humano, permite la apertura hacia las personas, que puedan interactuar más allá de las necesidades vegetativas y dentro del contexto del sexo, el comportamiento áspero y ruin del sexo como mecanismo de supervivencia y evolución se reduce a una definición de individualismo, donde por medio del amor y el sexo transmites mensajes que, me atrevo a afirmar, son incapaces de transmitir por lenguaje hablado. Como la anécdota aquella de la entrevista a un poeta que le preguntan:
-Usted ¿Cómo disfruta el sexo?,
El responde:
-“a veces oral, a veces escrito”
El amor como emoción pura, capaz de sanar y dar paz, combinada con el sexo que altera el cuerpo humano y la estabilidad emocional dan como fruto la mezcla perfecta entre agresividad y sutileza, con un toque divino pues da paz, igual que la oración; por ello las antiguas culturas le daban al sexo y al amor la característica de indispensables en la felicidad, y de ahí es que las religiones adoptan el sexo conyugal como manifestación del amor verdadero en comunión con dios.
La espiritualidad es fundamental en el ser humano, pues desde que somos fecundados tenemos una autoridad una protección superior a nosotros, en el feto dios es nuestra madre, al nacer y crecer, nuestra protección y seguridad son los padres (dios) y al desarrollar el intelecto (unos más que otros) dios se hace a nuestra imagen y semejanza; por ello esta esencia cósmica que nos atribuye el sexo y el amor nos permite diferencias de un beso asexuado y un beso enamorado, nos permite diferenciar entre un poeta y un reggetonero sexista y claro también nos permite identificar cuando tenemos sexo y cuando “hacemos el amor”, ¿Cómo? El sexo no deja secuelas (bueno las enfermedades venéreas pero no hablo en ese contexto).
En la espiritualidad los le atribuyen al chakra Svadhisthana (que significa dulzura) el responsable de nuestra vida sentimental, la fuerza vital y la creatividad, relacionado con el deseo, el karma, las emociones, el placer, la sexualidad y la sensualidad, la intimidad, la vida social, los celos y el amor de pareja. Pero también es el encargado del cambio y del movimiento. Por esta razón a este chakra se le atribuye la plenitud física psicológica y espiritual del ser humano.
El sexo es movimiento (muy repetido, bueno, según) e irónicamente las personas que no tienen una vida sexual sana y constante, se enferman, terminan en cama pero con suero en lugar de un ser humano a su lado.
Hablando de sexo, amor, movimiento y salud: El Kamasutra, todos lo conocemos y no es un manual porno, ni una bitácora de “qué hacer cuando eres sexualmente inseguro” (Macho alfa lomo plateado para dummies haha); es un texto hindú (Veda) que trata del comportamiento sexual, una especie de tutorial esotérico que te enseña a conocer tus cualidades y a identificar las influencias del sexo en tu vida y cómo manejarlas; así de como manifestar o crear el amor y cualquier emociones saludable a tu espíritu y cuerpo. A parte de educativo y una ayuda cuando no andas muy creativo, el Kamasutra y sus posturas te colocan en estados alterados de conciencia y vibratorio para producir ciertos estímulos ya que cada cuerpo tiene diferente sensibilidad y responde diferente a cada estimulo, técnicamente el Kamasutra aplicado con la educación metafísica o espiritual (no como el yoga o meditación de los fresas) produce amor y el amor produce más amor así que eliminas el ego, te haces generoso a la naturaleza y a las personas lo que te da paz.
Si amas a tu pareja, una regla básica antes de “hacer el amor” es decirte a ti mismo: “Que tiene ell@ que me hace falta y que le falta a ell@ que yo pueda dar, esto se llama comunión un término espiritual enseñado desde la antigüedad, desde el Yin Yang del Japón (dos energías opuestas que se necesitan y se complementan –Sexo “lo terrenal” y el amor “lo divino”) y el “IN LAK’ECH” (Yo soy otro tu) y “HALA KEN” (Tu eres otro yo) de los mayas.
Una recomendación final, antes de comenzar tu vida sexual con Kamasutra o el catálogo de Victoria Secret, te recomiendo el auto control porque en el mismo Kamasutra te dice que “exagerar y sobrepasar los límites del alma y el cuerpo producen perjuicio y desequilibrio”
¿De qué tipo de perjuicio hablo? De una enfermedad sexual milenaria que se llama “Hernia de disco lumbar” cuida tus velocidades amig@.
Con mis mejores deseos de paz profunda: Yo
Carlos Felipe Carrazco Vega
Empresario, escritor y autor compositor. Titulado en terapia física y rehabilitación. Participó en la antología de poesía "Letras mágicas" en la Asociación de Escritores del Noroeste del Estado de Chihuahua (ASENOCH).
Colaborador en Radio Net y asociaciones civiles.
Actualmente escribe artículos en el área de psicología, neurociencias y opinión político-social y es docente en secundaria en materias de matemática y física y de ciencias sociales en educación media superior.