Lamento en estas letras decepcionar a quienes piensan que, la oposición busca como único fin, la confrontación política, dejando de lado el correcto ejercicio de la función como servidores públicos. De hecho, a estas alturas si le ha dedicado unos minutos a estas columnas, se habrá dado cuenta que aquí se privilegia a la gente y sus intereses.
Y digo que lamento porque, mediáticamente, generalizando respecto a morena, nos han querido posicionar como una fuerza política que se opone al desarrollo, y en concreto a proyectos como el del relleno sanitario que se pretende construir en Chihuahua.
Al respecto, empecemos con algunos datos que, más allá de opiniones, no dejan lugar a duda de la necesidad de emprender proyectos como el referido: el actual relleno sanitario se ubica rumbo a la salida a Aldama e inició sus operaciones en 1993. Con dos celdas, la primera funcionó desde ese año hasta 2010, por lo que se abrió la segunda celda que, está próxima a concluir su vida útil. Algo a considerar respecto al actual relleno sanitario es que, debido a los usos de suelo de predios aledaños, se desarrollaron viviendas que incluso se ubican a 270 metros de distancia.
De acuerdo con estudios realizados por investigadores de la UACH en los que se analizó un radio de 2.5 kilómetros, se pudo concluir que la población impactada por el actual relleno sanitario es de alrededor de 17,355 personas, de las cuales 77% consideran sufrir afectaciones como malos olores, a la salud y ambientales en ese orden. Por otra parte, la población afectada considera que la cercanía al relleno sanitario les demanda mayores acciones de mantenimiento de su vivienda, siendo la principal de acuerdo con el 86% de la población, la fumigación por las plagas de moscas, mosquitos y cucarachas que se presentan con mayor incidencia precisamente por la cercanía del relleno sanitario.
Del 27 enero al 28 de diciembre de 2022, la celda operante aumentó en volumen 309,000 metros cúbicos, lo que da como resultado promedio, el aumento de 927.41 metros cúbicos por día, por lo que, tomando en consideración el nivel alcanzado al 28 de diciembre de 2022 y considerando el promedio de aumento diario, podría decirse que el 11 de noviembre de 2023 sería la fecha límite en la que la celda 2 alcance su nivel máximo, aunque hay acciones en los taludes y en el suelo que permiten mover un poco esos límites pudiendo alargar esta fecha hasta principios de 2024, pero con ciertos riesgos que atentan contra la seguridad.
Habiendo escrito lo anterior, le pregunto: ¿Usted cree que se puede ser insensible ante esta problemática? De ninguna manera. Y mucho menos cuando, como autoridades, tenemos no solo el deber sino la obligación de vigilar, ojo, no entorpecer, las decisiones que se llevan a cabo y sobre todo tratándose de proyectos como el que está en mención.
De igual manera somos conscientes de que, en un proyecto de esta envergadura y que se considera a largo plazo, se ponen en juego diversos intereses, por lo que, más allá de realizar juicios, debemos analizar a profundidad la información y asumir la responsabilidad no solo a partir de nuestro rol profesional sino como ciudadanía.
Es por ello que, sirvan estas letras para dejar claro que, vemos una urgente necesidad de emprender un proyecto como el del nuevo relleno sanitario, pero eso sí, exigiendo que se haga bien… vigilando que los riesgos sean los menos posibles, que se lleven a cabo acciones que vayan mas allá en pro del medio ambiente, que se transparente el proceso lo más posible y sobre todo, que los compromisos hasta ahora adoptados por las autoridades, tales como las acciones de mitigación y remediación del sitio se lleven a cabo en plazos concretos.
Queremos un relleno sanitario que responda a las necesidades de la población, respetando las diferencias que se han suscitado hasta ahora pero buscando avanzar en este y otros temas que sean de interés de la ciudadanía.
Benjamín Carrera Chávez
Doctor en Problemas Económicos por Universidad Autónoma Chapingo.
Actualmente Diputado Local por el 5to Distrito de Chihuahua, Profesor-investigador en el Instituto de Ciencias Sociales y Administración de la UACJ y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT, Nivel 1.
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