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    noviembre 14, 2024 | 14:52

    Sin Escape

    Publicado el

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    Hoy empiezo a publicar textos que me hacen llegar amigos, los que tienen la confianza en mí para que sus textos sean leídos por el público que sigue semana a semana esta columna. Agradezco a los que se han acercado a un servidor, solicitando que vuelva a escribir temas políticos, extrañan la sección de “Notas locales”, les pido tiempo, este es un necesario período de desintoxicación de esa perversa actividad (política), espero seguir contando con su apoyo a mi discurrir literario, no hacerlo, es como privarme del necesario oxígeno. La historia/relato que leerán a continuación, es del Ing. Carlos Nayarez, entiendo que es nativo de NCG y que radica en ciudad Chihuahua por motivos de trabajo

    “Sin escape”

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    Recién he llegado a esta ciudad después de recorrer la ruta panamericana, este es mi último descanso antes de llegar a El Paso, justo en tiempo para tomar mi avión de vuelta a casa mañana por la tarde, estoy exhausto después de un viaje tan largo, no puedo esperar llegar a casa para contarle a todo mundo lo que he visto y fotografiado. El autobús llega a la terminal poco después del último rayo de sol, bajó del transporte y comienzo a deambular por las calles en busca de un lugar para pasar la noche, caminó algunas cuadras sin rumbo hasta encontrar una plaza, ahí me encuentro una madre con su pequeño que paseaba en bicicleta, respetuosamente pregunto por lugares de alojamiento y amablemente me da indicaciones sobre como llegar a los hoteles ubicados alrededor, le agradezco sus atenciones y continuo mi camino

    Avanzó hasta la esquina de la plaza y puedo distinguir unas iniciales que indican el nombre de la ciudad “NCG”, pero es mas mi urgencia por conseguir donde dormir que no me doy el tiempo de detenerme para buscar a detalle en mi telefono los sitios de interés en este lugar.

    De camino al hotel llama mi atención una pared llena de boletines que tienen publicadas pesquisas de gente desaparecida, es una larga lista, todos varones jóvenes con características similares edad, estatura, tez, color de ojos, cabello… yo mismo tengo ese perfil y eso hace que recorra mi columna una sensación de escalofrío. Una vez registrado en el hotel, decidí buscar alimento, pero mi escaso presupuesto me hace contemplar mis opciones, recordé haber visto un puesto de comida al lado del campanario de la iglesia y me dirigí hacia allá, pedí una orden de tacos de tripas lo que al final resultó una experiencia más, nunca los había comido, de donde yo vengo, esto no se acostumbra

    Las personas que atienden el negocio son un matrimonio de edad madura que me platican acerca de la ciudad, ojalá se quede más tiempo joven, mire, mañana se va a la colonia Juárez y luego pasa por las ruinas cuando venga de regreso, ahora que si le da tiempo se da una vuelta por la Hacienda de San Diego, ya verá, no se va a arrepentir. Mientras cenaba no podía apartar mi mirada de una joven que estaba de pie a un lado de la puerta principal de la iglesia, no podía distinguir sus facciones debido a que la luz de los arbotantes era bloqueada en parte por el techo de la entrada a la iglesia. No podía evitar apartar mi mirada, decidí no preguntar pero mi mente no dejaba de pensar en el enigma que envolvía a aquella persona

    Di las gracias por el servicio, era tiempo de volver a mi cuarto de hotel, solo para satisfacer mi curiosidad caminé frente a la chica y para mi sorpresa escuche un “hola” de una voz tímida pero a la vez dulce. No buscaba nada más, pero sentí el impulso de acercarme, la conexión se dio rápido, y nuestra charla fluyó con la mayor naturalidad, como dos viejos amigos que se reencuentran, pero a pesar de que disfrutaba del momento había “algo” en ella fuera de este mundo, inexplicable, enigmático. Pasó el tiempo sin darme cuenta, perdí toda noción y ella comenzó a impacientarse, parecía tener prisa hasta que finalmente interrumpió nuestra conversación. Perdón, debo irme, espera, es tarde y no puedo permitir que regreses sola a casa. Al escuchar mis palabras ella sonrió, asintió con su cabeza y comenzamos a caminar; desconocía hacia dónde nos dirigíamos por lo que decidí tomar un taxi, subimos al primer auto disponible.

    Ayuntamiento y Dos de Abril por favor, esa fue la dirección proporcionada por mi acompañante, el chofer, sin dar importancia a nada sólo condujo mientras en su estéreo sonaba “Sweet home Alabama”. La distancia fue poca, el lugar al que llegamos, a pesar de estar en plena mancha urbana era oscuro, lúgubre, descendimos del auto y ella me sonrió, “¿Te gustaria pasar un momento?” Calladamente, sin dudar la seguí a través del portón y de un largo jardín donde se observaban obeliscos y esculturas de cantera, hasta detenernos frente a una enorme y adornada puerta metálica, por un segundo titubee en entrar. “Entra, no temas”. Esa voz me hizo olvidar mis preocupaciones y entré a lo que parecía un lobby o recepción pero donde se sentía un frío difícil de describir, la tenue luz no me permitía distinguir objetos, con excepción del umbral de una puerta aún más oscura dentro de la cual se distinguía una escalera que conduce hacia abajo. Sin poder establecer claramente dónde me encontraba escuché sus palabras que sólo causaron más confusión en mi mente que jugaba con mi cordura, “Amado mío, finalmente juntos”, yo sabía que ibas a volver por mí y que jamás me abandonarías como lo prometiste. Sin salir de mi asombro, sentí su cálido y fuerte abrazo a la vez que repetía una y otra vez, que jamás volviera a alejarme de su lado, tantas cosas pasaron por mi mente en ese momento, mi casa, mi familia, mi prometida, mis recuerdos de infancia, todo se sentía como una despedida y fue en ese instante que desconecte mi mente y me dejé llevar por el momento. No se que sucedió, todo mi ser fue invadido por un extraño sentimiento, a mi corta edad estoy listo para partir, siento una paz inmensa y no quisiera que este abrazo terminará nunca, no se cuanto tiempo transcurrió, de pronto, como el despertar de un sueño, ya no sentía nada entre mis brazos, fue como si una burbuja hubiese reventado y acabado con la ilusión

    Regresé a mis sentidos, pero algo en mí se sentía diferente, no había más frío ni preocupaciones, solo un enorme vacío, volvía a hacerme consciente de mi mismo, de mi existencia, poco a poco trataba de comprender, fue cuando volví mi rostro hacia mis pies y ahí estaba yo, contemplando mi propio cadáver recostado sobre una lápida y degradándose rápidamente ante mis ojos, era algo surreal, increíble, solo un sueño. Después de lo que estoy seguro, fue una eternidad y aún tratando de comprender dirigí mi mirada hacia la puerta que había vislumbrado a mi llegada a este recinto, instintivamente comencé a avanzar, pero una vez dentro ya no fui dueño de mi voluntad, fui puesto al final de una larga fila, las piezas del rompecabezas comenzaban a caer en su lugar, entendí que había cruzado el punto de no retorno, este era el fin, ya no había nada más, sólo soy uno más de cientos que fuimos engañados por este ser sobrenatural

    Este no es el final, no parece terminar aquí, a lo lejos hacia donde todos nos enfilamos se logra ver una figura, no se que sucede con los que llegan ahí, de alguna manera estoy consciente pero no puedo moverme, solo camino en contra de mi voluntad, siguiendo a los demás. Hago un final descubrimiento, al darme cuenta que todos los aquí formados son ellos, sus rostros son los de los boletines en aquella pared, y me aterra saber que ahora soy uno de ellos, soy uno más de la lista de los nunca encontrados… tengo miedo, no se que vaya a ser de mí, jamás lo creí pero hay finales más terribles que la misma muerte.

    Autor, Ing. Carlos Nayarez

    Libro recomendado de la semana

    Esta vez corresponde a “Éxtasis y reencuentros” de la autora mexicana Margarita Peña. La historia gira alrededor de tres parejas que coinciden en un sitio apacible, el spa de un hotel de lujo localizado en Ardenia, un pueblo mítico (y supongo que imaginario), con la particularidad de poseer una agua milagrosa, con la cual olvidan las penas de sus amores anteriores y emprenden nuevas relaciones. El hilo conductor es Anarda, síntesis de Ana Rosa Dávalos, quien hace las veces de Mesalina involuntaria, debido a que ella también es una de las tres parejas y víctima del embrujo. La novela es aderezada con las historias previas de los seis personajes involucrados, sus amores, desamores, traiciones, desengaños y… demás. Buena lectura, amena y muy bien narrada.

    “La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica”.
    – Jorge Luis Borges

    “La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica”.
    – Thomas Carlyle

    “Según vamos adquiriendo conocimiento, las cosas no se hacen más comprensibles, sino más misteriosas”.
    – Albert Schweitzer

    Jose Cruz Pe%CC%81rez Rucobo
    José Cruz Pérez Rucobo

    Lic. en Economía por la UACJ. Me dedico al comercio como medio de subsistencia y al periodismo y crítica política como ejercicio lúdico. Soy un hombre de izquierda por naturaleza, cualquier cosa que ello signifique.


    Las opiniones expresadas por los columnistas en la sección Plumas, así como los comentarios de los lectores, son responsabilidad de quien los expresa y no reflejan, necesariamente, la opinión de esta casa editorial.

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