En el corazón de una tierra llena de hermosas tradiciones y de cultura, existe una sombra que ha carcomido por 30 años los cimientos de Chihuahua: los feminicidios. Estos actos horribles de violencia de género han cobrado la vida de innumerables mujeres, han tejido en miles de familias una tela de dolor y sufrimiento.
Detrás de cada número frío y desgarrador, hay un rostro, un nombre y una historia que merece ser contada: este editorial es por cada y una de nuestras mujeres asesinadas y desaparecidas. Por Alondra, Yeimy, Araly, Ariadna, Ximena, Julia, Vianey, Alexa, ¡POR TODAS!
Cada vida arrebatada es un grito silenciado, un eco que resuena en las calles y en las esquinas olvidadas de Chihuahua y Ciudad Juárez.
A pesar de los avances en términos de conciencia y sensibilización, en lo que va del 2023, en el estado han sido asesinadas 26 mujeres, colocando a Chihuahua en el sexto lugar de estados en el país con altos índices de feminicidios.
Las mujeres que han sido víctimas de esta violencia brutal eran madres, hijas, hermanas, amigas. Eran soñadoras, luchadoras y portadoras de esperanza. Eran el alma misma de la comunidad, la fuerza que mantenía en pie a sus familias. Pero su luz se ha apagado prematuramente, eclipsada por la oscuridad de la indiferencia y la impunidad.
La lucha contra los feminicidios es más que una batalla legal, es un llamado a la empatía y a la responsabilidad colectiva. Cada uno de nosotros, sin importar nuestro género, debe tomar parte en esta cruzada por la justicia y la igualdad. Debemos escuchar atentamente las voces de las mujeres que han sobrevivido a la violencia y aprender de sus historias de resistencia y resiliencia.
Es fundamental que la acción gubernamental se haga presente de inmediato, que exista un esfuerzo conjunto entre todos los sectores de la sociedad: gobierno, organizaciones civiles, sociedad en general.
La creación de políticas integrales de prevención y atención a la violencia de género, así como la implementación de mecanismos efectivos de investigación y sanción de los feminicidios, son pasos cruciales en esta dirección.
Considero que, a treinta años de esta trágica realidad, debemos comenzar a reflexionar, pues la memoria de las víctimas y el dolor de sus familias nos recuerdan la urgente necesidad de erradicar los feminicidios en todo el país.
Debemos convertir este dolor en una prioridad inquebrantable, no permitamos que esta crisis persista por más tiempo. En memoria de todas las que ya no están, gritemos mucho, pero muy fuerte. Es hora de que los corazones y las mentes se unan para erradicar esta epidemia de violencia de género y construir un estado donde todas las mujeres puedan florecer y vivir sin miedo.
Brenda Ríos
Orgullosa Chihuahuense. Amo y respeto la naturaleza. Soy mamá de Alex Benjamin, Austria Camila y esposa de Alex LeBaron. Mi pasión siempre ha sido el servicio público/civil, me inspira luchar por grandes causas que cambien el mundo. Empresaria agrícola y consultora ambiental.