El alarmante aumento de suicidios en Chihuahua, especialmente entre jóvenes menores de 18 años, refleja una preocupante realidad en torno a la salud mental de la generación actual. Este fenómeno, ligado a la presión social, la violencia psicológica en las redes sociales y las expectativas impuestas por generaciones previas, requiere una profunda reflexión y un cambio en el enfoque hacia estos problemas.
Las redes sociales han ejercido una influencia desafiante sobre los jóvenes, estableciendo estándares inalcanzables y generando un entorno de constante comparación y juicio. Esta presión, sumada a la enseñanza recibida bajo la idea de la “ley de la selva”, ha creado un entorno en el que se espera que los jóvenes sean fuertes ante la adversidad, sin considerar su bienestar emocional.
Los padres, como pilares fundamentales en la vida de los jóvenes, desempeñan un papel crucial en este escenario. Es imperativo cambiar la mentalidad que normaliza que los jóvenes deben tolerar maltratos como parte de su crecimiento. Reconocer y abordar las emociones de los hijos, en lugar de minimizarlas o desestimarlas, es esencial para ofrecer un entorno de apoyo emocional que contrarreste la presión externa a la que se enfrentan.
La salud mental no debe ser estigmatizada ni minimizada. Proporcionar recursos adecuados y accesibles para aquellos que enfrentan dificultades emocionales es esencial. Educar sobre la gestión del estrés, la ansiedad y la importancia de buscar ayuda profesional en momentos críticos son pasos fundamentales para crear un entorno más compasivo y solidario.
Finalmente, el aumento de los casos de suicidio en Chihuahua, especialmente entre la juventud, requiere un replanteamiento en la forma en que se aborda la salud mental. Se precisa un cambio en la mentalidad social y parental, ofrecer un apoyo genuino y comprensión a los jóvenes, y asegurar la disponibilidad de recursos de ayuda efectivos. Abordar este desafío demanda un esfuerzo colectivo para construir un entorno más comprensivo y solidario, donde los jóvenes se sientan respaldados y escuchados en sus momentos más difíciles.
Verena González
Lic. en Ciencias de la Comunicación