“Nunca tuve evidencia verificable que lo involucrara con actividades ilícitas…”
Declaración de Calderon sobre su excolaborador
muy cercano Genaro García Luna.
Corría el mes de diciembre del 2019, el día 10 para ser exactos, cuando finalmente, después de años de rumores y denuncias ignoradas ocurre lo que, desde hacía mucho tiempo atrás, muchos estábamos esperando, fue detenido por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, acusado de delincuencia organizada y narcotráfico, Genaro Garcia Luna, el “Super Policía” de Felipe Calderon.
El “Licenciado” o “La Metralleta” como también era conocido Garcia Luna, quien fuera el secretario de Seguridad Publica, el Super Policía durante el terrible y muy lamentable sexenio de Calderon finalmente perdió la capa de impunidad que lo cobijó durante los sexenios de “el cambio” y tuvo que responder ante la justicia por cargos relacionados con sus nexos con el crimen organizado, lavado de dinero y narcotráfico.
El paso de García Luna, por los cuerpos policiacos es de larga data, de hecho, empezó desde su tierna infancia, como lo relató el periodista Francisco Jiménez Cruz en el libro, García Luna, el señor de la muerte, una de las mejores biografías que se han escrito sobre este nefasto personaje.
Relata el escritor y periodista que García Luna, con apenas once años, ya pasaba información sobre comerciantes acomodados a agentes de la hoy extinta Dirección Federal de Seguridad. Información que luego era utilizada para extorsionar a dichos comerciantes.
Posteriormente a finales del 87, con apenas 19 años, se involucró en el robo de doscientos cincuenta millones de aquellos pesos; delito del que salió indemne gracias a la cobertura de su propia familia, y al trabajo de su hábil abogado.
Aunque se tituló como ingeniero mecánico, la realidad es que García Luna siempre estuvo ligado de manera extraoficial y después oficial, a los cuerpos de seguridad del Estado. En el 89 intentó sin éxito darse de alta como agente de la Policía Judicial Federal, pero si logró convertirse en agente del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, el CISEN.
En el CISEN, inició espiando movimientos guerrilleros, para luego moverse a tareas de la fuerza antisecuestros. Durante esa etapa y como dato anecdótico, hoy se sabe que, el presunto segundo tirador en el asesinato de Colosio, el agente del CISEN, Jorge Antonio Ortega Sánchez, fue rescatado por el propio García Luna, luego de ser detenido en el lugar del crimen.
En 1999, se incorpora a la Policía Federal Preventiva durante el sexenio de Zedillo, y luego, en el 2000, alcanza el cargo de Coordinador de Inteligencia para la Prevención, en la misma PFP. En esas posiciones tuvo acceso a mucha información que no tuvo empacho en utilizar para seguir avanzando en su “carrera”.
Se dice que fue capaz de extorsionar hasta el mismísimo Manlio Fabio Beltrones, “Don Beltrone” el poderoso dinosaurio del PRI, hoy senador resucitado.
En el año 2001 llega el momento cumbre para La Metralleta, cuando el entonces presidente Vicente Fox, crea la Agencia Federal de Investigación, la AFI, dándole el nombramiento de director. Eso prácticamente lo convirtió en el policía más poderoso el país, pero no utilizaría el cargo para bien, sino todo lo contrario.
En realidad, hoy se sabe, sus nexos con criminales databan desde sus inicios con los cuerpos de seguridad del Estado, pero ya como director de la AFI, sintiéndose protegido del sistema, es cuando da rienda suelta a sus abusos y excesos.
Fueron muchos, pero mención especial merece el montaje que presentó en el 2005 cuando, en complicidad con el pseudo periodista Carlos Loret de Mola, fingió atrapar infraganti a una banda de secuestradores en el rancho las Chinitas del Estado de México. El montaje fue tan burdo que no tardo en salir a la luz la verdad resultando en la vergüenza y desprestigio para la supuestamente renovada corporación.
No obstante, lo anterior, Calderón no tuvo empacho en designarlo Secretario de Seguridad Publica y ponerlo a la cabeza de su “guerra” en contra del narcotráfico. También, como en el caso del montaje, poco a poco fue saliendo la verdad, y voces valientes empezaron a alzarse para denunciar lo evidente: el gobierno protegía al cartel de Sinaloa.
Al término del sexenio calderonista, García Luna, seguro de la impunidad que sus nexos con las altas autoridades mexicanas le conferían, y con los muchos millones de dólares amasados durante su paso por los cuerpos policiacos mexicanos, cometió el error mas grande de su vida, se exilió en los Estados Unidos.
El otrora super policía habrá de pasar los siguientes 38 años de su vida tras las rejas como le fue dictado por un juez federal. Me pregunto, ¿aguantara el castigo sin chistar? ¿o soltará lo que sabe a cambio de una reducción a su condena? Al tiempo lo sabremos.
Mientras tanto, y no por nada, Calderón, el que nada vio ni nada supo, permanece en su exilio dorado al otro lado del mundo.
Es cuánto.
José Antonio Blanco
Ingeniero Electromecánico. Juarense egresado del ITCJ con estudios de maestría en Ingeniería Administrativa por la misma institución y diplomado en Desarrollo Organizacional por el ITESM. Labora desde 1988 en la industria maquiladora. Militó en el PRD de 1989 al 2001.
En la actualidad, un ciudadano comprometido con las causas progresistas de nuestro tiempo, sin militancia activa.
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