El país se nos diluye… literalmente como agua entre los dedos.- Necesito puntualizar que llegamos a ser la Economía #13 del mundo, que desde los años 70’s éramos un país en vías de desarrollo, luego una Economía emergente, con una moneda sólida y estable, un país que atraía la inversión extranjera, con crecimiento en exportaciones de productos manufacturados y no manufacturados, con grandes desarrollos turísticos, con una fuerza de trabajo altamente calificada, con una gran solidez en nuestro marco jurídico, con universidades que respondían al requerimiento de la planta productiva, con… tantas cosas.
¿En qué momento perdimos la mística, el rumbo, hasta el orgullo? ¿Qué fue de aquel México pujante? ¿Cómo llegamos a ser un país esperanzado en raquíticos programas sociales? ¡Cuidado! Así precisamente comenzaron Cuba y Venezuela con los resultados a la vista, no quiero ni imaginar a mi querido país convertido en un ejemplo de lo que no debe hacerse, en un referente mundial de lo mal hecho.
¿Estamos a tiempo de revertir este caos? Estoy seguro que si, nuestra mexicanidad podrá salvarnos del ocaso y la ruina económica y moral.
¿Regreso a clases? ¿Qué tan oportuno es? Tengamos en cuenta que hay un peligroso rebrote del Covid-19 que asuela a la humanidad, tengamos también en cuenta que a nivel internacional somos coleros en el aprovechamiento escolar de nuestros estudiantes en: matemáticas, comprensión de la lectura y ciencias naturales, ¿quién lo dice? Los resultados de los exámenes que PISA elabora y aplica a estudiantes de los países de la OCDE.
Por cierto, nuestro país se retiró de esa evaluación internacional y al más puro estilo del niño chiple que dice compulsivamente “No quero ve“, se niega a darse cuenta de su realidad.
No olvidemos que la piedra angular del desarrollo de un país es precisamente la Educación y que un pueblo sin Educación es fácilmente sometible. Volviendo a la pregunta inicial aunque temo que el problema tiene tantas aristas que difícilmente se puede dar una respuesta que satisfaga a todos, luego entonces, ¿regreso a clases si o no?
Un padre y abuelo satisfecho.- Literalmente no quepo del orgullo que me provoca el hecho que mi hijo Norberto Pérez Lara quien radica en Buenos Aires Argentina practique el letal Jiu-jitsu a nivel competitivo, aquí en NCG logró la cinta roja (anterior a la cinta negra) en Taekwondo, es además un brillante ajedrecista, sin vicios, próspero y saludable.
Pero más aún que su hija (mi nieta) Emilia Valentina Pérez Biltes también lo practique a la edad de sólo 8 años. Comenta su maestra que cuando adulta será invencible en los torneos internacionales, la vislumbro representando a su natal Argentina, pero con sangre mexicana corriendo por sus venas.
Comento todo esto para que llegue a oídos de mis tartufos envidiosos y sufran en lo más recóndito de su ser y les comento una vez más, sus intrigas y odios me fortalecen y divierten, llegará el día que paguen por su servicia, el karma existe. La riqueza no sólo se mide en dinero.
“La obstinación nace de la estrechez de espíritu”
Francois de la Rochefoucauld
“El valor final de todas las instituciones es su influencia educativa”
John Dewey
“El amor de la familia y la admiración de los amigos es mucho más importante que la riqueza y el privilegio”
Charles Kuralt