En los últimos años, el debate sobre las corridas de toros ha cobrado una relevancia significativa en muchas partes del mundo, especialmente en países como México, donde esta tradición forma parte de una larga historia cultural. Sin embargo, es crucial que a medida que la sociedad avanza, se reconsidere el valor y el propósito de estas prácticas que, si bien están arraigadas en nuestra cultura, pueden ser cada vez más cuestionadas desde una perspectiva ética. En este contexto, la propuesta de prohibir la violencia hacia los animales en las corridas de toros, buscando su eventual erradicación, es un tema que debe ser impulsado desde las instancias legislativas, como el Congreso del Estado de Chihuahua.
Las corridas de toros, aunque consideradas un arte por algunos, han sido vistas cada vez más como una forma de maltrato animal, pues se somete a los toros a sufrimiento físico y psicológico. A lo largo de los años, los movimientos animalistas han logrado sensibilizar a una parte significativa de la población sobre la importancia de proteger a los seres vivos de prácticas que los deshumanizan y vulneran. El sufrimiento de los animales durante las corridas debería hacer reflexionar no solo a los ciudadanos, sino también a los representantes políticos, quienes tienen la responsabilidad de crear leyes que reflejen los valores de la sociedad en la que viven.
En este sentido, las legislaturas locales, como la del Estado de Chihuahua, tienen un papel fundamental en la integración de estos temas en la agenda política. La creación de políticas públicas que protejan tanto a los animales como a los empleos que dependen de las corridas de toros es crucial. La prohibición de la violencia hacia los animales puede ir acompañada de un plan que promueva la reconversión laboral de los empleados del sector. Además, este tipo de leyes puede generar una mayor conciencia sobre el respeto por los derechos de los seres vivos, lo cual se convierte en un signo de avance para cualquier sociedad moderna.
Es igualmente importante señalar que estos temas tienen un impacto directo en las nuevas generaciones. La juventud actual, que cada vez muestra más interés por temas de justicia social y ambiental, se encuentra en una etapa de formación política y social. La discusión sobre la prohibición de la violencia hacia los animales en las corridas de toros no solo les permite acercarse a la política, sino también formar parte activa de un proceso de cambio que aboga por la construcción de una sociedad más ética y consciente. Al involucrar a los jóvenes en estos debates, no solo se fomenta una mayor participación ciudadana, sino también el desarrollo de una cultura política más inclusiva, responsable y comprometida con el bienestar común.
La propuesta de prohibir la violencia hacia los animales en las corridas de toros en Chihuahua no debe verse como una amenaza para la tradición ni para los empleos en la región, sino como una oportunidad para generar un cambio hacia un futuro más ético y sostenible. Impulsar este tipo de propuestas desde el Congreso del Estado de Chihuahua es un paso necesario para garantizar que las nuevas generaciones se sientan parte de una política que promueve la justicia social, el respeto por la vida y la creación de nuevas oportunidades económicas.

Daniela González Lara
Abogada y Dra. en Administración Pública, especializada en litigio, educación y asesoría legislativa. Experiencia como Directora de Educación y Coordinadora Jurídica en gobierno municipal.