“Con una creciente cifra de víctimas, cuyo número oficial llegó a 15, las autoridades civiles y militares enfrentaron otra aciaga jornada, sin avances en la investigación para la captura de los responsables. Los sectores académico y social condenaron la masacre, que otra vez puso a Ciudad Juárez, en los titulares de los medios del mundo entero”.
Así escribió en el segundo párrafo el autor de la Torre Sabatina (Mario Héctor Silva), la noticia intitulada “Juárez llora; exigen justicia tras matanza”, del 2 de febrero de 2010 en el periódico de El Universal, el inicio de una larga secuela periodística bajo la dirección editorial de los periodistas Alejandro Páez Varela y Jorge Zepeda Patterson, la calificada “estúpida guerra” contra el narcotráfico, que le costó al país millares de vidas, y de cuya batalla, se responsabiliza al entonces presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa.
Y quiso la historia, que Ciudad Juárez, la urbe poblacional y políticamente más importante del estado, haya sido el epicentro del escenario más vergonzoso que jamás vivió un presidente de México, cuando entonces Luz María Dávila, la madre de dos de los jóvenes que fueron asesinados en una de las viviendas de Villas de Salvarcar, tuvo que encarar al presidente de la República para gritarle en un evento oficial del pomposo Centro de Convenciones Cibeles, que no era bienvenido a Ciudad Juárez.
Con ese negro antecedente público y político, el expresidente de México, Felipe Calderón y su esposa, Margarita Zavala, se han sumado a la campaña política de la candidata de la alianza PAN-PRD a la gubernatura, María Eugenia Campos Galván, como si los chihuahuenses, pero en especial los juarenses, no tuvieran memoria de aquella masacre que marcó la vida de millones de mexicanos que fueron afectados colateralmente por la decisión del presidente, de enfrentar supuestamente sin distinción, a los diferentes cárteles del narcotráfico.
Un año antes (2009), se había consignado la muerte de 2,650 personas más, muchos de ellos inocentes, sin vínculos con el crimen, que fueron parte de aquel capítulo de violencia, de la que se responsabiliza al entonces presidente panista de México, Felipe Calderón.
Los padres de las víctimas colgaron enormes carteles fuera de sus casas acusando a Calderón de no resolver la masacre y diciendo explícitamente que “hasta que se encuentre a los responsables, [él era] el asesino”…
Toma por asombro, a no pocos pues, que después de 11 años de aquella masacre, la candidata del PAN al gobierno de Chihuahua, Maru Campos, no mida las consecuencias y efectos de aquella barbarie, y que, sin siquiera pestañear, acepte como si nada la adhesión a su causa y proyecto político de un personaje que indiscutiblemente, no es bienvenido a Chihuahua.
Ni Felipe, ni Margarita, como tampoco algunos ‘sobrevivientes’ de la organización política México Libre, de la que incluso algunos, como la pariente Martha Gómez del Campo Zavala -que decidió apoyar a la candidata del PRI, Adriana Fuentes-, son bienvenidos.
Felipe Calderón es el culpable de la violencia de aquellos años, y los chihuahuenses lo recuerdan bien.
Flaco, muy flaco favor le hace a la candidata del PAN, Maru Campos, a quien automáticamente le endosa todos los negativos del peor período de inseguridad, y de la cual los chihuahuenses y los juarenses no han logrado todavía ponerse de pie.
Maru lo llama el mejor presidente que ha tenido México, pero acá en la frontera miles difieren del pensamiento de la abanderada política de la llamada Alianza ‘Nos Une Chihuahua’.
Culpables como Felipe Calderón son muchos, pero el expresidente carga con la mayor responsabilidad, por haber sido justamente el presidente de México, el responsable de la brutal guerra contra el narcotráfico.
Posdata: Para no dejarlo en el tintero, le comento que el equipo jurídico de Morena en la capital presentó pruebas que desmienten las acusaciones del PAN y del candidato Marco Bonilla en contra de su opositor, el candidato externo a la alcaldía, Marco Adán Quezada Martínez…Ahora será el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien presentará otra denuncia ante los órganos electorales en contra del candidato a la alcaldía por el PAN y será por “actos anticipados de campaña”, al promocionar el voto a su favor de (Marco Bonilla) y de Maru Campos.
Mario Héctor Silva
Periodista y Analista Político.
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