La industria manufacturera, maquiladora de servicios de exportación, conocida como IMMEX por sus siglas, es un sistema aduanal y fiscal estructurado en México desde 1965, que ha tenido un crecimiento exponencial, actualmente empleando a más de 3 millones de personas (en empleo directo) y alrededor de 5 millones en indirecto.
Inicialmente, esta industria fue creada para generar empleos de bajo costo en la Frontera Norte del país, como respuesta a la cancelación del programa bracero que permitía trabajo temporal a nuestros connacionales en actividades agrícolas en los Estados Unidos, principalmente en los tiempos de cosecha.
Las maquiladoras crecieron rápidamente en las ciudades fronterizas y, después que se liberalizó el sistema, se amplió a todo el país.
Estas empresas tomaron ventaja de estar sometidas a un régimen de excepción, en épocas en que había en México un entorno proteccionista, cuando se protegía a las empresas mexicanas, creándoles monopolios de mercados, cerrándoles las fronteras a su competencia y a la importación de insumos de producción para manufacturar sus productos.
Los incentivos que se les dieron a estas empresas, fue el permitirles la importación temporal libres de aranceles e impuestos (como el IVA), con la obligación de que exportaran toda su producción.
En los años noventa, con el advenimiento de los tratados de libre comercio, estas empresas tuvieron una segunda ola de expansión, porque se aprovechó la libre importación de los productos exportados por las IMMEX a los Estados Unidos, Canadá y a Europa.
Mi estado, el de Chihuahua, es el número uno a nivel nacional que da trabajo en esta industria, siendo Ciudad Juárez, el lugar donde nací y he pasado gran parte de mi vida, la que más empleos ha generado (alrededor de 300,000 directos).
Las IMMEX produjeron y exportaron en el año 2019, $276,932 millones de dólares, con una balanza comercial superavitaria de $64,732 millones de dólares.
Esta industria es sumamente sofisticada, no como mucha gente cree que únicamente ensambla piezas sencillas sin tecnología alguna. Al contrario, esta industria provee a los Estados Unidos y Canadá, principalmente, de partes y componentes esenciales para su industria o productos terminados de partes y componentes provenientes de dichos países, y también de países europeos.
Las IMMEX producen artículos electrónicos, como computadoras, teléfonos inteligentes, televisores, monitores, equipo médico, equipo para el lugar, así como línea blanca, como refrigeradores, lavadoras, secadoras. Artículos electrodomésticos, productos para la industria automotriz, del transporte y aeroespacial.
También las IMMEX son muy importantes en servicios que tienen que ver con la agricultura, apoyo a los negocios, minería, almacenamiento, manejo de desechos, apoyo al comercio y empresas, así como la administración de muchos sectores de la industria.
Las IMMEX, junto con sus empresas exportadoras hermanas en la industria automotriz, son las que más divisas ingresan al país y más empleos formales generan.
En el gobierno de Peña Nieto, se atacó gravemente a las IMMEX, quitándoles una de sus principales prerrogativas, la de importar libres de IVA, siendo que ahora sus importaciones temporales están sujetas al IVA, hasta que prueben que exportaron toda su producción. Ahora les otorgan un “crédito fiscal” por el IVA, siempre y cuando cumplan con determinados requisitos. Esto les representa el crearles una serie de costos de administración innecesarios, quitándoles competitividad.
En conclusión, las IMMEX son empresas que ya están en nuestro país desde hace más de 50 años, que han invertido en activos fijos miles de millones de dólares, convirtiendo a México como uno de los jugadores globales más importantes en la manufactura.
Ahora, más que nunca, debemos de cuidar a este sector de la economía que es de los más eficientes generadores de riqueza que tenemos, principalmente cuando esperamos grandes niveles de desempleo.
Carlos Angulo Parra
Analista político. Abogado corporativo. Fue Diputado Federal en la LXII Legislatura del Congreso de la Unión.
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