El 15 de septiembre de 1810 el cura Miguel Hidalgo fue el rostro de una rebelión de criollos iniciada en el pueblo de Dolores, provincia de Guanajuato en el virreinato de la Nueva España. El motivo fue contra el gobierno peninsular en América que se creía era parte de la ocupación francesa en España por parte de Napoleón Bonaparte.
La guerra librada por España contra Francia repercutió en los virreinatos y capitanías generales americanas. Por ello surgieron rebeliones internas, que en el caso novohispano fue el movimiento insurgente que después de Hidalgo, Morelos, su discípulo en el Colegio de San Nicolás, continúo la lucha armada. Cabe destacar que la revuelta en la que participó Hidalgo, Allende, Juan Aldama y los corregidores, no hablaron de independencia sino demostrar su descontento con la administración virreinal resultado de las reformas borbónicas.
Las cuales a la manera francesa buscaban hacer de América propiedades rentables como si fueran colonias, por ello hubo consecuencias políticas y sociales para los criollos (criados y nacidos en América) ya que este continente nunca fue nombrado, ni pensado, ni fundado como colonia, sino como Reinos y Provincias federadas a la Corona de Castilla, posterior Corona Española.
En eso consistió la llamada primera etapa insurgente, volviendo a Morelos, él en su calidad de mestizo junto con otros hacendados comenzaron la segunda etapa insurgente de 1811 a 1815 donde se empieza a hablar de independencia. Con la derrota de Morelos la causa pasó a manos del insurgente Francisco Xavier Mina, un militar joven y veterano de las guerras napoleónicas con quien llegó la tercera etapa insurgente de 1815 a 1820 con más veteranos de las mismas guerras a manera de demostrar su descontento hacia la Corona Española y al rey, sin embargo; fue derrotado por el ejército realista, luego el movimiento quedó en manos de Vicente Guerrero de 1820 a 1821.
Fue así como en el año de 1821, el coronel Agustín de Iturbide comandante en jefe del ejército realista, cansado al igual que muchos novohispanos junto con el ejército, pacta la paz con Vicente Guerrero con un abrazo en Acatempan. Luego de ello Iturbide comienza a planificar la Independencia del virreinato en tres documentos: el Plan de Independencia de la América Septentrional (mal llamado Plan de Iguala), expedido por el Ejército Trigarante al mando de Iturbide el 24 de febrero de 1821, fundamento ideológico de la emancipación. Los Tratados de Córdoba firmados el 24 de agosto de 1821 por Iturbide y Juan de O’ Donojú, último virrey, fueron los acuerdos políticos y económicos entre la Nueva España y España.
Después con la entrada triunfal del ejército Trigarante a la capital el 27 de septiembre de 1821 con Iturbide a la cabeza se redactó El Acta de Independencia del Imperio Mexicano en dónde se anunció a las naciones del mundo, que el virreinato de la Nueva España al emanciparse de la antigua, nació con el nombre de México siendo una monarquía constitucional y católica. Con este hecho celebrado el 28 de septiembre de 1821 quedó formalizada la Independencia de México.
Para el lector con conocimientos básicos de la historia nacional, pudiera parecer poco común este relato. Pero debe tenerse en cuenta que los hechos fueron a manera de síntesis como están registrados. Si hay cosas distintas en el discurso político, debe tenerse en cuenta que es eso, la historia oficial de un país es un discurso político para legitimar ciertas políticas, instituciones o paradigmas sociales. La historia de México es una de las más interesantes, pasionales y con finales inesperados, reflexionemos un poco más sobre la fundación de nuestro país.
Marduk Silva
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Profesor en Preparatoria Lobos de la Universidad de Durango Campus Juárez y en la Escuela Preparatoria Luis Urias.
Las opiniones expresadas por los columnistas en la sección Plumas, así como los comentarios de los lectores, son responsabilidad de quien los expresa y no reflejan, necesariamente, la opinión de esta casa editorial.