“Un propósito de vida es la razón, o razones, por las que te levantas en la mañana, aquellas motivaciones intrínsecas que dan un sentido de dirección y significado a nuestra propia existencia.- Encontrar el propósito de vida es una elección personal”
El propósito de vida marcará la diferencia entre las personas ya que los propósitos serán distintos en cada una y los procesos para alcanzarlos también, en algunos quedarán en sueños y en otros simplemente trabajarán arduamente sus sueños para alcanzarlos.
El propósito de vida se va formando con lo que vamos observando y meditando en el transcurso de nuestra joven vida, se va formando con nuestras necesidades y lo que queremos ser en nuestro futuro, se consolida ya en la independencia y ahí se comienza a construir nuestro propósito como objetivo y con metas, pero todos, en algún momento de nuestra joven vida, sabemos lo que queremos y tenemos que buscar convirtiéndose en nuestro propósito de vida y, con el tiempo, poder ir corrigiendo las desviaciones, o modificaciones, que se pudieran presentar y hacer.
El propósito de vida es el porqué de nuestra existencia, el que da sentido a lo que hacemos y el que se convierte en una brújula moral y motivacional de nuestras acciones, decisiones y sacrificios. Es, en definitiva, nuestra razón de ser, un propósito es la intención, o el ánimo, por el que se realiza o se deja de realizar una acción. Se trata del objetivo que se pretende alcanzar. Este término <propósito> indica la finalidad, la meta de una acción por realizar.
Resumiendo, el propósito de vida es todo aquello que dota de razón a nuestra existencia, es lo que nos anima a salir de la cama todos los días. Todas las personas necesitamos de un propósito de vida, el cual nos motive a crecer, a buscar nuevos horizontes, traspasar nuestros limitantes, a descubrir y a creer en nuestro potencial y que ello nos dé seguridad en nosotros mismos para caminar firme por la vida y poder lograr sobresalir en lo que hacemos y en el entorno donde participamos.
El propósito de vida no se da por espontaneidad sino que proviene de una observación temprana de nuestra propia vida, y lo que anhelamos de ella, donde lo inteligente es descubrir nuestras propias fortalezas y debilidades y, en base a ello, trazar la ruta para estructurar nuestro propósito de vida, descubrir en edad temprana, o en cualquier momento de la vida, el “que soy”, “a donde quiero ir” y “como lo voy a lograr”.
Muchísimas personas viven sin saber cuál es su propósito de vida.
Hemos sido educados para vivir siguiendo la corriente o bajo el lema de “mañana será otro día” enfocados en el día a día y es por ello que muchas personas viven sin preguntarse siquiera qué es lo que realmente necesitan o anhelan, viven sin preguntarse siquiera si sus vidas tienen un propósito o si se sienten satisfechos con su vida tal y como la viven hasta ahora.
Elegir encontrar el propósito de vida encenderá la llama de la motivación y la pasión dentro de ti, haciéndote sentir más vivo. Cuando te lo propongas pronto te encontrarás trazando una ruta con un significado relevante y más profundo, que sin duda traerá enormes beneficios a tu vida y a las personas que te rodean, lo ideal es cuando disfrutes de tu joven vida e inicias con tu independencia pero el propósito de vida lo puedes trazar en cualquier etapa de la vida o irlo modificando para perfeccionarlo y alcanzar mejores propósitos de vida, pero también pueden ser escalonados.
El fundador de “Good Life Project”, Jonathan Fields, describe como un propósito de vida a “un impulso intrínseco que nos lleva a hacer algo que nos genera una sensación de sentido de nuestras vidas”.
Cuando la pasión se incrusta a tu propósito de vida se deberá entender la pasión como el agregado de valor a tu propósito.
La pasión por vivir tu propósito de vida te hará ver diferente la vida y lo que vas logrando de ella, tus éxitos serán más satisfactorios y sabrás que no son derivados de la casualidad, sino de la planeación de tus metas y objetivos.
Hay que entender y comprender, con toda seriedad y objetividad, que propósito de vida no es sinónimo de productividad, más sin embargo entender con toda claridad que la productividad puede darse como resultado de haber descubierto tu propósito de vida.
Llegar a la edad del retiro y formular un nuevo propósito para la nueva etapa de la vida te hará disfrutar a plenitud de tus nuevos propósitos porque ejercitarán tu mente y tu cuerpo, disfrutando del tiempo que se irá haciendo más corto cada día.
Ten un propósito para vivir porque,
La vida es bella
Feliz Navidad a quienes me honran con la lectura de la columna, deseo que la noche buena este llena de dicha y comadrería con todos los suyos y que su mesa reboce de amor, alegría y beneplácito.
Un fuerte abrazo.
Raúl Sabido
Egresado de la Facultad de Comercio y Administración por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su desarrollo profesional ha sido en empresas privadas en posiciones directivas donde a logrado acumular 42 años de servicio.
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