Crónicas del Poder
“…Sucio reino del rencor…”
El rencor populista la marcó desde la ensuciada elección del 2006. El germen de su destrucción estaba ya sentenciado por el revanchismo apenas instrumentalmente diferido. El INE hoy padece de un viejo rencor acumulado, de un rencor viejo en el alma de un político que a pesar de toda la demagogia pastosa que le caracteriza, accedió realmente al poder para vengarse, con el ánimo depredador de establecer su largamente rumiada revanchocracia. Hoy Voces Libres consulta al especialista en estas materias para que establezca una visión preclara respecto a lo que se da y se viene en este tiempo mexicano de odios crecientes y de crónicas de destrucción de instituciones históricamente anunciadas. Vamos a ello.
“…Los derechos cuestan. Para que las libertades se sostengan es necesario fincar su garantía. Si no encuentran respaldo en el presupuesto, los derechos son declamación, pura demagogia. Ese es principio que defiende en estos momentos el Instituto Nacional Electoral. La controversia que ha desatado trasciende la consulta revocatoria. Toca el núcleo del Estado: su soporte material. No puede hablarse de equilibrios ni de arbitrajes si no se toma en serio el sustento presupuestal de las instituciones. No exagero cuando digo que el tema del día es vital para la pervivencia de la democracia mexicana: sin base económica, los órganos del pluralismo constitucional se extinguen…”
“…Parte fundamental del sermón populista es ese discurso de monasterio que se desentiende de las sumas y de las restas y predica que la austeridad es una virtud que no puede entorpecer la acción del Estado.
La voluntad, cuando es limpia, lo puede todo. La honestidad hace milagros, es el absurdo de ese depredador voluntarismo. Sin embargo, es de una evidencia categórica el hecho de que la libertad cuelga, primero, de los impuestos y, después, de los presupuestos. Los derechos no son triunfos contra el Estado, sino en buena medida, conquistas que se garantizan a través de su intervención puntual y eficiente. Bajo un Estado enclenque no pueden prevalecer los derechos. Por eso puede decirse que los derechos electorales son una farsa si no encuentran la protección de instituciones solventes…”
“…El conflicto tiene un cauce de solución de fondo. A los tribunales corresponderá dilucidar el asunto. ¿Puede un órgano del Legislativo obstaculizar el cumplimiento de una función constitucional negando los recursos indispensables a la institución responsable? Si al Instituto Nacional Electoral corresponde la tarea de organizar el revocatorio, necesita contar con los recursos suficientes para hacerlo con los niveles de confiabilidad que requiere cualquier elección constitucional. El INE no puede prestarse para dar sello de legitimidad a una farsa de apariencia democrática. Simular la ratificación puede ser muy barato, pero organizar una elección constitucional, manteniendo todos los rigores, cuesta…”
“…Digo que el asunto trasciende el proceso de la revocación de mandato en la que se empecinan el presidente y sus simpatizantes porque confronta los límites constitucionales de la mayoría. ¿A qué decisiones presupuestales está obligada una mayoría parlamentaria?
¿Estamos dispuestos a concederle a la mayoría el poder de estrangular presupuestalmente a órganos constitucionales? ¿Podrían los diputados reducir el presupuesto del Poder Judicial al punto de incapacitarlo para cumplir con sus funciones básicas? Eso es lo que está en juego. Lo que resuelva la Suprema Corte para el órgano electoral tendrá implicaciones para el resto de los órganos del Estado. Si la mayoría legislativa tiene como enemigo el día de hoy al Instituto Nacional Electoral, mañana puede poner bajo la mira a cualquier otro órgano del Estado.
Los ministros de la Corte no podrán más que verse reflejados en la suerte del árbitro electoral. Tras una campaña de desprestigio, un recorte despiadado. A la Suprema Corte de Justicia le corresponde restablecer, ni más ni menos, que el fundamento presupuestal de los equilibrios…”
“…Otro hilo de la controversia me parece relevante: la necesidad de exigirle razones a la mayoría. Controlar un órgano como la Cámara de Diputados no exime del deber democrático de razonar. Por lo pronto, la llamada Comisión de Receso de la SCJN acaba de rechazar la petición del INE de pausar algunas de las acciones del proceso revocatorio-ratificatorio. El INE tendrá que obedecer el fallo, no tiene opción. Deberá organizar un ejercicio que no cumplirá con los requisitos de la propia ley. No se podrán instalar las 161 mil casillas previstas o no habrá suficiente personal capacitado. La calidad de la consulta, sin embargo, no le importa a AMLO. Para él, todo el proceso es parte de una campaña de promoción de su persona y su gobierno. También es una forma de atacar al INE, que considera su enemigo…”
“…Desde el punto de vista jurídico, lo importante es que las ministras de la Comisión de Receso se comportaron como si ellas fueran todo el pleno de la Corte y emitieron un fallo definitivo para el que no tienen facultades. Violaron, además, el artículo 105 de la Constitución. Mientras el Instituto Nacional Electoral ha ofrecido el cálculo de lo que, a su juicio, costaría el proceso revocatorio, la mayoría ha respondido con invectivas, con absurdos e, incluso, con insinuaciones de ilegalidad, más aún ya con una demencial demanda judicial para encarcelar a los consejeros que AMLO detesta, simplemente por no ser sus piezas de su ajedrez político que le trabajen como peones en su juego megalómano. Esos han sido los “argumentos”: ustedes son la mafia del poder; renuncien a su salario y les alcanza, aprópiense de lo que no les corresponde y con ello se paga la consulta. La controversia que se aproxima toca otra cuerda importante de la democracia: la mayoría no puede fundar su actuación en el prejuicio. Todos los órganos del Estado tienen el deber de ofrecer razones…”
Lo ya antes afirmado, la entronización del estilo demencial de gobernar.
Sergio Armendáriz
Comunicador en Radio, TV, Prensa Escrita y Portales Electrónicos. Académico Universitario. Funcionario Educativo. Miembro Consultivo en OSC.
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