Crónicas del Poder
“…Pues sí, que el cielo bendiga a Chihuahua…”
“…En su último informe de gobierno el 1 de septiembre de 1982, el entonces Presidente de la República, José López Portillo, alertaba sobre los riesgos de convertirnos en un país de cínicos, ante la gigantesca crisis económica y política, provocada en gran medida por el saqueo criminal de las arcas públicas a manos de funcionarios y empresarios corruptos y oportunistas; quizás el entonces jovencito César Duarte no entendió bien la lección, pues se convertiría muchos años después en el epítome de estas conductas delictivas, dejando al gobierno del estado de Chihuahua en la ruina total, con sus finanzas hipotecadas por los siguientes treinta años…”, reflexiona con nosotros el influyente personaje, cercano sin duda a los más altos círculos de poder en el Altiplano, mientras degustamos un exquisito Tequila Barrique de Ponciano Porfidio, Extra Añejo, 100% de Agave Azul, en la comodidad de la mesa principal del elegante comedero político de moda, en el corazón de Polanco, allá en la Ciudad de México.
“…Sorprende en verdad la audacia de este pillo, recluido en una prisión federal de alta seguridad en Miami, cuando todavía se atreve a amenazar a las autoridades mexicanas, de que deben devolverle ocho ranchos decomisados que indebidamente ostentaba como de su propiedad, cuando es público que antes de ser gobernador no tenía literalmente en qué caerse muerto, y que estos inmuebles fueron adquiridos con fondos públicos, al igual que su costosa remodelación, utilizando maquinaria y jornaleros pagados por el gobierno del estado, al igual que los materiales de construcción y sus costosos acabados de finas alfombras persas, cuadros de colección, muebles y utensilios de cocina comprados en Nueva York y Chicago y finos vinos y licores que harían palidecer de envidia al mismísimo Sultán de Brunei…”
“…Ni que decir de los miles de finas cabezas de ganado Angus, Charolais, Beefmaster, Brahman, Simmental, Brangus, Hereford, Limousin y Santa Gertrudis, de las que Duarte solo sabía de su existencia por las revistas que ocasionalmente leía, y que después robó a mansalva a prestigiados ganaderos, quienes con impotencia atestiguaban el impune secuestro de su ganado, para ser trasladado a los pastizales del nuevo “Emperador Ranchero”, como se le empezaba a denominar con sorna y mal disimulado desprecio entre los corrillos de la rancia aristocracia chihuahuense, y que ahora reclama con indignación propia de un consumado actor de Hollywood, en los corrillos de los tribunales del poder judicial…”
“…Cómo olvidar que el mismísimo gobernador del estado se apropió de la totalidad de los fondos federales destinados a la entidad, para el fomento de la agricultura y la ganadería, y en complicidad con su homólogo de Nayarit, el ahora también detenido Roberto Sandoval, se adueñaron de todas las finas crías importadas de Nueva Zelanda por el gobierno mexicano, precisamente destinadas para su reproducción en los pastizales del estado grande, en beneficio de los productores de esa entidad, ¿con que cara exige ahora Duarte se le regrese lo que nunca fue suyo?…”
“…¿Qué acaso no quedó suficientemente documentado en gruesas carpetas de investigación de la FGE y de la FGR, el saqueo impune del ballezano, de miles de millones de pesos de las cuentas de cheques de la Tesorería Estatal para sus gastos personales y hasta para comprar un banco con el cual pretendía lavar los recursos robados al pueblo de Chihuahua?…”
“…¿No es suficiente evidencia la infraestructura carretera hipotecada que ahora existe?, ¿y los hospitales inexistentes con un costo multimillonario debidamente presentado con artimañas en las cuentas públicas del congreso?, ¿y el pago de los intereses anuales de la brutal deuda pública heredada del Duartato, que ya son casi del doble del presupuesto total anual del Municipio de Ciudad Juárez, y que solo se aplicaron mínimamente a obras de ornato tan inútiles cuanto innecesarias, como el Megabalcón de Palacio de Gobierno, el Palenque de la Feria de Santa Rita y la gigantesca escultura de Francisco Villa en Parral, con un rostro sorprendentemente parecido al de Duarte, toda proporción guardada, tal y como el populista venezolano Hugo Chávez lo hizo respecto al rostro del libertador Simón Bolívar…?
¿De verdad no lo entendemos…?
Sergio Armendáriz
Comunicador en Radio, TV, Prensa Escrita y Portales Electrónicos. Académico Universitario. Funcionario Educativo. Miembro Consultivo en OSC.
Las opiniones expresadas por los columnistas en la sección Plumas, así como los comentarios de los lectores, son responsabilidad de quien los expresa y no reflejan, necesariamente, la opinión de esta casa editorial.