El triunfalismo que han expresado algunos liderazgos y otros integrantes de la alianza Va por México, integrada por los partidos PRI, PAN y PRD, luego de los procesos electorales del pasado 4 de junio, desarrollados en el Estado de México y Coahuila, es una muestra de un trastorno que no les permite aceptar la realidad que viven actualmente.