Los astronautas realizan una última caminata espacial el martes antes de centrar su atención en el importante final del primer vuelo de la tripulación de SpaceX. Bob Behnken y Chris Cassidy de la NASA flotaron de la Estación Espacial Internacional en su cuarta y última caminata espacial en menos de un mes.
En lugar de cambiar las baterías, tuvieron que pasar los cables, conectar un cofre de almacenamiento de herramientas y realizar otro mantenimiento. Fue la décima caminata espacial en cada una de sus carreras, uniendo el récord de EE.UU. establecido por los residentes anteriores de la estación espacial.
En menos de dos semanas, Behnken y Doug Hurley, quienes monitorearon la caminata espacial desde adentro, saldrán del complejo en órbita en la misma cápsula de la tripulación SpaceX Dragon en la que llegaron a fines de mayo.
SpaceX apunta a un descenso en la costa de Florida en agosto, el primer descenso en el océano para los astronautas en 45 años.
Si el clima lo permite, la cápsula Dragon se lanzará en paracaídas hacia el Golfo de México frente al Panhandle de Florida.
El administrador de la NASA, Jim Bridenstine, dijo que una vez que finalice la caminata espacial del martes, los astronautas “se enfocarán como un láser para regresar a casa”.
Bridenstine dijo que el vuelo de prueba de SpaceX ha ido extremadamente bien hasta ahora. “Y estoy tocando madera porque no termina hasta que Bob y Doug estén en casa”, dijo el lunes en un panel de discusión de la Fundación Espacial.
El refuerzo de la primera etapa que solía lanzar Behnken y Hurley el 30 de mayo despegó por segunda vez el lunes desde Cabo Cañaveral. Aterrizó en una plataforma flotante en el Atlántico después de izar un satélite para el ejército de Corea del Sur, para ser utilizado nuevamente para otro vuelo.
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