El mayor ataque cibernético de ransomware de 2021 ha echado leña al debate entre políticos, expertos de ciberseguridad y líderes corporativos sobre si debería establecerse una estrategia de prohibir a las empresas remunerar a los piratas para contrarrestar más amenazas.
Washington, DC. (VOA) – Las empresas y otras organizaciones víctimas de los ataques tienen que elegir entre pagar un rescate para recuperar el control de sus redes de computación o negarse y perder datos irremplazables y la capacidad de reanudar sus operaciones.
Con la presión en aumento sobre la administración para encontrar vías de contener la amenaza, el presidente Joe Biden se reunió el miércoles con los principales funcionarios de seguridad nacional y otros expertos para discutir nuevas tácticas y políticas.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo después a los reporteros que los funcionarios pusieron al día a Biden de sus esfuerzos para combatir el ransomware y añadió que el presidente “se reserva el derecho de responder contra cualquier red de ransomware y quienes las protejan”.
El ataque del fin de semana del 4 de juliofue dirigido contra el proveedor de software Kaseya y más de 1.000 de sus clientes en todo el mundo. Le siguieron varias intrusiones similares a atribuidas a grupos criminales que se cree que operan desde Rusia.
REvil, una banda de piratas cibernéticos de habla rusa a la que se culpó del ataque al procesador de carnes JBS en EE. UU. en junio, se responsabilizó del ataque del fin de semana y dijo que había infectado más de un millón de “sistemas”.
El grupo está demandando un rescate de 70 millones de dólares en criptomonedas a cambio de una clave “universal” que libere a las máquinas afectadas. El pago sería el mayor hecho hasta ahora, según la firma se seguridad cibernética Recorded Future.
Una horrible situación
Mientras los expertos en seguridad cibernética dicen que es muy improbable que las compañías afectadas, desde mercados suecos a jardines infantiles en Nueva Zelanda, se unan para pagar el rescate, el incidente ilustra el problema que enfrentan a menudo las víctimas de los ataques ransomware.
“Ninguna compañía quiere encontrarse en esa situación, donde tienen que elegir entre mantenerse abiertas y seguir funcionando a costa de financiar a los criminales”, dijo Philip Reiner, director ejecutivo del Instituto para Seguridad y Tecnología.
El director del FBI, Christopher Wray, dice que las compañías y organizaciones víctimas de ataques ransomware no deben pagar a los piratas para liberar sus datos, sino recurrir a las autoridades inmediatamente.
Los ataques ransomware han aumentado en los dos últimos años, impulsados por la proliferación de las criptomonedas, que permiten pagos peudoanónimos y un modelo comercial que atrae incluso a criminales menos sofisticados.
Sin embargo, con los ataques a servicios críticos como hospitales y escuelas, las autoridades de Estados Unidos y otros países occidentales los están considerando como amenazas a la seguridad nacional.
¿Pagar o no pagar?
Uno de los asuntos más difíciles para los funcionarios es si se debería prohibir a las empresas y otras organizaciones pagar los rescates de los ransomware.
Los que están a favor de esta medida alegan que como los ataques están motivados por la recompensa, eliminar el incentivo económico sacará a los criminales del negocio.
Los opositores dicen que prohibir los pagos perjudicaría los esfuerzos de las empresas para tratar de restaurar sus operaciones.
Según Anne Neuberger, viceasesora de seguridad nacional para tecnología cibernética y emergente, “es una decisión difícil” que debe ser estudiada “con mucho cuidado” para anticipar sus efectos.
También dijo que la infraestructura crítica de Estados Unidos es propiedad y está operada en gran parte por el sector privado, lo que limita la capacidad del gobierno de dictar decisiones comerciales, como pagar rescates.
En su lugar, añadió, el gobierno está analizando incentivos que puede ofrecer a las organizaciones para que no tengan que pagar un rescate.
Al mismo tiempo, la administración está revisando su política sobre el secreto de los pagos de ransomware. Como muchas víctimas negocian en secreto con los atacantes, se desconoce el alcance de muchos ataques ransomware, dijo Neuberger.
Por otro lado, algunos miembros del Congreso están presionando por leyes que obliguen a las compañías a notificar al gobierno sobre intrusiones y que reporten todos los pagos de rescate.
“Necesitamos más transparencia” en este asunto, dijo el senador demócrata Mark Warner, presidente del Comité de Inteligencia del Senado, a la cadena NBC el mes pasado.
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