Ciudad Juárez, Chih. – En el camino de los jóvenes durante su vida en la Universidad Tecnológica de Ciudad Juárez, es común que se crucen o sigan algunas veredas que les generan sorpresas, pero también importantes conocimientos y experiencias.
Tal pudiera ser el caso del joven Ricardo Maldonado Montes, quien es egresado de la Universidad Tecnológica de Ciudad Juárez, precisamente de la primera generación de la carrera de ingeniería en Nanotecnología en el Área de Materiales, allá por el año 2016 y que durante su estadía como Técnico Superior Universitario se vio precisado a laborar en el Servicio Médico Forense (Semefo).
En el argot propio de ese sector de servicio, se les llama “muerteros” a todos aquellos empleados que trabajan en el análisis, hacen pruebas y manipulan los cuerpos de los cadáveres, labores en las cuales participaba el entonces alumno universitario.
Maldonado Montes, quien actualmente tiene un puesto de ingeniero químico en la maquiladora Cumins, una de las más importantes empresas en la localidad, cuenta que al entrar en la UTCJ se inscribió en la carrera de Mantenimiento Industrial, pero no le gustó y dado su gusto por la Física, Química y Biología, se cambió al programa de Nanotecnología, que por primera ocasión se impartía en esta institución educativa.
Agregó que como se trataba de una carrera nueva, en la ciudad no había mucho campo de acción en la materia, por lo que fue complicado buscar y encontrar un lugar donde hacer su estadía en su periodo de TCU; “un grupo de cuatro compañeros y yo fuimos de los primeros en pisar los laboratorios de ciencias forenses y ante la falta de espacios en otros sectores, tuvimos que regresar para la estadía de la ingeniería”.
No obstante, concede que fue un trabajo interesante en el Semefo, inclusive lo compara con la serie de televisión de Estados Unidos CSI.
El joven profesionista recuerda que posteriormente se fue a la industria del gas, donde pasó por el laboratorio de química.
Siguiendo su especialidad, poco después fue contratado por la empresa Cumins donde ingresó al laboratorio químico, un laboratorio metalúrgico, área donde considera está parte del futuro de la industria.
Ricardo Maldonado reconoce que logró entrar a la importante empresa pese a tener deficiencia en el conocimiento del inglés, lengua que en la actualidad es obligatoria para los nuevos profesionistas, pues es requerida por la mayoría de empresas en el sector maquilador.
Comenta que la empresa le dio la oportunidad, le pagó la escuela y aprendió el inglés.
Ante esto, hace un llamado a los estudiantes y próximos egresados de la UTCJ para que se preparen y capaciten y no esperar a salir para buscar superar el requisito del idioma inglés.
Finalmente destacó la importancia de que una de las metas de los actuales directivos es convertir a la UTCJ en una universidad bilingüe, ya que proporciona a los alumnos una mejor preparación y por ende mayores oportunidades en el ámbito laboral.
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