Por Yanet Cuellar.
“No duermas para descansar, duerme para soñar.” – Walt Disney.
Los alebrijes son seres fantásticos que nacen de los sueños y que emergen a la realidad a través de la inventiva creativa de talentosos artistas oaxaqueños. El alebrije se compone de una combinación de varios animales, sean éstos fantásticos o reales, anteriormente recibían el nombre de figuras talladas.
Cuenta la leyenda que el término alebrije lo inició Pedro Linares, originario de la comunidad de San Martín Tilcajete (Oaxaca), quien era cartonero de oficio. Pedro enferma en 1036, quedando en una especie de estado de coma. Durante este lapso de sueño profundo le reveló las criaturas extrañas que cambiarían su destino. En cama, Pedro soñaba con un extraño lugar, muy apacible, una especie de bosque donde había rocas, árboles, animales y el cielo. En su sueño no sentía dolor y estaba feliz caminado, de pronto las nubes, los animales y las rocas se convirtieron en criaturas extrañas. Vio un burro con alas, un león con cabeza de perro, un gallo con cuerno de toro, gatos con alas, unicornios con caras de dragones, insectos con manos humanas. Todos estos animales mágicos gritaban una sola palabra: ¡Alebrijes, alebrijes, alebrijes!
Cuando despertó del coma, le explico a su familia lo que había visto, pero nadie comprendía bien. Con esto en mente realiza las primeras figuras en cartón pintadas con colores vibrantes y llamativos, y los llamó con el nombre que todos conocemos.